𝙳𝚘𝚞 𝚢𝚘𝚞 𝚕𝚘𝚟𝚎 𝚖𝚎 🦋 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚑𝚘

『Capítulo 06』

—Estoy jugando a las atrapadas con hyung— respondió Félix y sentí que la vida volvía a mi cuerpo. Al menos, está de mi lado. Por unos instantes, pensé que diria la verdad, pero me siento muy agradecido porque me esta cubriendo y es bueno pues tengo la certeza de que me he ganado su confianza y amistad.

El peligris elevó la mirada hasta encontrarse con la mía y no pude evitar sonreír abiertamente para fingir que todo está bajo control cuando la verdad es todo lo contrario. Mierda, también está el hecho de que permití que Félix comiera pizza cuando su padre se lo prohibió, pero ¿por qué no me dijeron que tenía prohibido comer pizza cuando fui contratado?

—Bien— dijo mientras reolvía el cabello del pequeño —Ve con la señora Park— le ordenó y Félix no dudó en hacer lo que su padre le había dicho. Y cuando estaba a punto de regresar al interior de la casa, Bang me preguntó con tono serio—: ¿A dónde crees que vas tú, Lee Minho?

Me giré lentamente hacia el peligris y me fue imposible senitrme desfallecer al encontrarme con su rostro serio y mirada dominante. En estos momentos, me está demostrando todo lo contrario a lo que le mostró a su hijo y debo admitir que me siento demasiado pequeño a su lado por obvias razones que ya fueron mencionadas.

"¿Cómo es posible que sea tan jodidamente atractivo?", me pregunté mientras me mantenía en completo silencio. 

—Yo no sabía que Félix no podía comer pizza— confesé y Bang frunció el ceño.

—¿Le diste de comer pizza?

—¿No lo sabía, señor Bang?

—No...

—Ah.

—Félix no puede comer pizza porque no es un alimento nutritivo— dijo.

—Es un niño y tiene derecho a comer lo que quiera...

—¿Vas a contradecir mis órdenes? — enarcó la ceja.

—No, claro que no— le aseguré —Pero no me parece justo que el pequeño no coma lo que quiere de vez en cuando. Si tan solo le da lo que él desea comer al menos una vez al mes... ¡Lo hará sentir muy feliz!

Bang se cruzó de brazos después de recargarse en su auto de lujo y se volvió más atractivo de lo normal. "Lee Minho, ¡deja de fijarte en su belleza y presta completa atención a la conversacion para evitar que cometas otro jodido error!", me dije en silencio mientras mostraba una expresión de seriedad en estos moemntos.

—Es mi hijo y yo sé lo que hago.

—No he dicho lo contrario— dije —Es solo que no hay nada de malo con comer pizza una vez al mes.

—Ahora sabes que Félix tiene prohibido comer todo aquello que no sea saludable, ¿sigues dispuesto a ignorarlo para hacerlo sentir feliz?

—¡Por supuesto! — respondí sin pensarlo dos veces y entendí que había cometido un grave error por lo que no dudé en pedirle—: No me regañe, señor Bang.  Sinceramente, quiero que Félix sea feliz y no veo nada de malo con que coma esa clase de alimento de vez en cuando.

—Bien— suspiró —Puede comer pizza una vez al mes, ¿entendido?

—Entendido, señor Bang.

—Por cierto, mañana temprano deberás llevarlo a la primaria.

Fruncí el ceño antes de preguntar—: ¿Temprano? ¿Qué tan temprano?

—¿Por qué? ¿Odias levantarte temprano?

—Sí.

—Lee...

—Era una bromita, señor Bang— me mentí.

—Te enviaré el horario de Félix.

—Entendido.

—Otra cosa, llamame Christopher.

—En ese caso, debes llamarme Minho.

Christopher simplemente sonrió de lado antes de caminar hacia el interior de la mansión por lo que no tuve otra opción más que seguirle en silencio.

—¡Papá! ¿Estás molesto con Minho? — le preguntó el chiquillo tan pronto nos encontramos con él en la cocina.

—No.

—¡Eso es genial! — chilló y después se giró hacia a mí para preguntarme—: Hyung, ¿mañana me llevarás a la primaria? ¡Quiero presentarte a mis amigos!

—Eso sería grandioso, Félix. 

Miré el reloj y me percaté de que es hora de volver a casa pues ya he cumplido con mi horario laboral, así que, me giré hacia Christopher y le dije—: Ya es hora de irme. Félix, nos vemos mañana. ¡Hasta luego!

—Papá, ¿por qué no llevas a hyung a casa?

—No es necesario— aseguré. Y antes de que Bang dijera algo, salí corriendo de la mansión puesto que no quiero tener un momento a solas con el peligris ya que seguramente, haría algo de lo que me arrepentiría de por vida a causa de que siempre suelo dejarme llevar por mis instintos que suelen ser dignos de un cavernícola.