15| Baby, who turned the temperature hotter?

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15| Baby, who turned the temperature hotter?


Triste, ¿pero qué puedo hacer?

Quemar el mundo para empezar de nuevo

Desmayándome en mi habitación

Despiértame cuando termine

Me sentiré mejor cuando me deje hundir más y más profundo

Me sentiré mejor cuando me permita ver más claro, más claro

5 seconds of summer, Tears.

Emma 

Hoy no estaba siendo mi mejor día. Simplemente había días en dónde mi cabeza comenzaba a maquinar y de una forma u otra terminaba triste y llorando.

Hoy era uno de esos días.

Había salido del trabajo sintiéndome bien, pero luego, cuando llegué a casa y comencé a fijarme en las listas de carreras de las universidades, todo se fue al carajo. 

Odiaba ponerme tan mal cuando pensaba en mi futuro, pero, joder, me sentía tan pérdida en mi vida que la frustración me invadía. 

No sabía qué hacer y el no saberlo me estaba matando. No podía evitar pensar que estaba desperdiciando años de mi vida y que, lo único que había logrado viniendo a Positano era distraerme de mi realidad porque de todas formas esas dudas y miedos seguían estando allí y solo se irían cuando yo los enfrente. 

El problema era qué no sabía cómo enfrentarlos. El miedo me frenaba y me hacía retroceder y seguir caminando en círculos como lo había estado haciendo por años.

Siempre me pasaba lo mismo; cuando pensaba en mi futuro me abrumaba tanto que decidía ponerme a hacer otra cosa e ignorarlo, pero no era tan fácil hacerlo, considerando que esa sensación de dudas y miedos me perseguían durante todo el maldito día. 

Suspiré, rendida, y doblé la hoja de papel con la lista de carreras que había hecho y de las cuáles ninguna me gustaba.

Era horrible sentirse tan pérdida en la vida cuando a todos se los veía tan centrados y decididos con lo que querían.

Detestaba sentirme insuficiente y fracasada por no saber qué hacer. 

Y detestaba que mi mente me lo repita a cada segundo del día.  

Inevitablemente, mi vista viajó hacia la casa de Austin. No lo había visto en todo el día y  algo dentro de mí me gritaba que deseaba verlo. Era increíble cómo en tan solo un mes se había ganado un lugar en mi vida. 

Creo que me había acostumbrado demasiado rápido a pasar todas las noches en su sofá, haciendo maratón de películas. Ayer habíamos mirado orgullo y prejuicio y comenzaba a darme cuenta de que él era muy fan de las películas de romance, aunque lo haya negado rotundamente cuando se lo pregunté.   

Me pregunto si se habrá dado cuenta que hoy no cumplí con la rutina de ir a su casa.

O quizá no. A veces no podía evitar pensar que era invisible para las personas que me rodeaban. 

Al menos tenía helado, el helado nunca fallaba cuando uno estaba triste. 

Eso era lo que estaba comiendo cuando escuché que alguien llamaba suavemente a mi puerta. Mi corazón, como últimamente había hecho, comenzó a acelerarse al saber de quién se trataba. Era como si en todo este tiempo que había pasado con él haya adquirido un radar para saber cuándo estaba cerca.

Todo lo que somos juntos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora