No estaba mintiendo

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Chariel estaba completamente desconcertado, observando como sus amigos se encontraban a los pies de las escaleras.

- ¡Vinimos a jugar contigo! -
Respondió alegremente Mettpy, tomada de la mano de Papytton, como si el mayor estuviera esperando a que algo pasará antes de que su hermanita los delatara.

- ¡Y conocer a tu nueva amiga! -
Aunque claramente a quien se le fue hablar de más fue a Sarik.

- Nosé de que hablan -
Se atrevió a mentir está vez el menor de los Dreemurr, no quería averiguar cuáles eran las consecuencias que le había advertido Aurora si alguien más se llegaba a enterar sobre su existencia. Con lo que no contaba, erá que por culpa de su grito y que su corazón se había acelerado del susto, provocó que los sentidos de la mini diosa entraran en alerta y corriera hasta donde él se encontraba.

- ¡¿Chariel estás bien?! ¿Paso algo malo? ¿Alguien te hizo daño? -
Preguntaba rápidamente Aurora, examinando a su amigo de pies a cabeza, sin tomar en cuenta la presencia de los demás que estaban en la sala.

- Tsk -
Refunfuño Chariel, dándole un leve empujón a la albina y haciendo un gesto con la cabeza para que mirara hacia los demás.

Aurora parpadeo un par de veces sin entender lo que sucedía, hasta que siguió con la mirada el lugar que le indicaba el de ojos esmeralda.
- Oh no...-
Siseó temerosa, escondiendose detrás de su mejor amigo y encogiéndose para no ser vista por los demás, apesar de que todos ya la habían visto.

- ¡Es la niña de la otra vez Oni-chan! -
Grito felizmente Sarik, agitando el brazo de su hermano.

- ¿Acaso no sabías de lo que hablábamos? -
Secundo Frank, mostrando una sonrisita traviesa hacia el menor de los Dreemurr que lo miraba con irá.

- ¡Ella no es mi amiga, es un ángel! -
Confeso el de ojos esmeralda, controlando sus ganas de lanzarse hacia el esqueleto que suele pretender a su hermana y olvidando por completo que debía mantener al dios en secreto.
- ¡Les dije que era real! -

- Aww, está bien amiguito, no tiene nada de malo hacer más amigos -
Papytton trata de hacer sentir mejor a Chariel, sabiendo más que nadie que por su carácter especial, era bastante difícil poder acercarsele o más bien, que el pequeño Dreemurr dejara que un ser vivo se le acercará.

- ¡Yo no... ¡Oye! -
Se giro hacia el ángel al momento de sentir un golpecito en su cabeza.

- ¿Cómo que no soy tu amiga?, Creí que ya habíamos discutido sobre esto -
Susurra Aurora hacia quien ella había decidido que sería su mejor amigo, tratando de que los otros no escucharán.

- Apenas somos conocidos, Ángel, no puedes brincarte un paso tan grande, entiende -
Susurro de igual forma, el de ojos esmeralda, comenzando a crear una plática solo entre los dos y llamando más la curiosidad de sus demás amigos.

- Hmp... Okey, okey, nos iremos a tu paso... traidor -

- ¡¿Traidor?! -
Levantó la voz molesto, recibiendo un chitón por parte de la albina.

- Le contaste a tus amigos sobre mi existencia -

- ¡Claro que no! -
Volvió a recibir otro "shhhh" por parte de Aurora, haciéndolo bajar de nuevo su voz.
- Al inicio les conté porque no sabía que no se podía y cuando me pediste guardar el secreto ya era muy tarde -

- Mínimo no los hubiera traído -

- ¡Ellos llegaron solos!, Todavía que me atreví a mentir para que no te descubrieran pero justo bajaste -

- Ooo... ¡Awww Chariel que lindo!, muchas gracias -

- ¡Nada de gracias!, ¿Porque no te quedaste arriba? -

- Sentí que estabas en peligro -
Respondió con preocupación, tomando la mano de su mejor amigo en busca de su pulso.

- ... ¿Que tan débil me crees? -

Habían quedado tan sumidos en su plática que no miraron como la dulce Mettpy había llegado hasta ellos, para colocar su manita sobre las de ambos niños que seguían sin separarse.
- Perdonen, ¿Puedo unírmeles?  -

El primero en safarse del agarre fue el ángel que por intentar huir, termino dando un mal paso y cayó por las escaleras; asustando a todos los presentes, a excepción de Chariel que ya estaba acostumbrado a verla caer.

- Ah, está bien, es su forma de presentarse -

- ¡Chariel eres un tonto! -
Replicó la albina con dificultad, ya que mantenía su cabeza en el piso, avergonzada de como la juzgarian los amigos de Chariel.

- Pues al menos yo, no estoy en el suelo -
El de ojos esmeralda fue el segundo en retirar la mano, pero está fue sostenida por Mettpy para darle un fuerte abrazo.

- ¡Chariel juguemos juntos! -
Pedía felizmente la pequeña robot sin intenciones de soltar al niño.

- ¿Necesitas ayuda? -

Pregunto con amabilidad Asara, extendiendo una mano hacia Aurora; aunque el celestial la rechazo, levantándose por si solo y prefiriendo buscar un lugar que considerará seguro, miro hacia donde estaba su mejor amigo pero él ya estaba preso de los brazos del robot, volteo hacia donde estaba Alphyne y apesar de que había varias personas a su alrededor, corrió hasta ella y la abrazo, ocultando su rostro de los demás que al igual que Asara, solo querían ayudarle.

- Yo también me alegro de verte -
Contesto la científica con los brazos hacia arriba, intentando no tocarle de más, sabía que eso asustaba al ángel.

- Alphy sálvame...-
Pidió con voz temerosa aferrándose más a la linda reptil y vaya que eso llamo la atención de Chariel.

- Tranquila Aury, ellos no son malos -
Tomo esa suplica como cierto permiso y bajo los brazos para también abrazarle.

- ¡Eso!, hemos venido aquí para jugar con ustedes -
Papytton trato de ayudar a bajarle el miedo a la pequeña que se encontraba abrazando a Alphyne.
- ¡Y celebrar que Chariel logro conseguir por si solo aún nuevo amigo! -

- Que de hecho fue más rápido de lo que creíamos, ahora veo porque te llamaba "Ángel" -
Siguió Fran al igual, intentando ganarse la confianza de la albina.

- De hecho Fran, permíteme corregirte, pero el hecho de que la llame Ángel, es porque realmente es uno -
Aseguro la científica, creando una cuartada perfecta por si empezaban a indagar más sobre la vida de Aurora.
- Ella proviene del cielo -

Los demás chicos respondieron asombrados, aunque por parte de Sarik y Fran solo se miraron mutuamente pensando en que talvez ese cielo era fuera de este universo pero no confirmarían nada, aún pensaban mantener ese secreto y talvez un inocente secuestro de ese "ángel" no les vendría mal.

Odisea de CharielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora