2 cap 3

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Chariel se encontraba solo en la sala de su casa, acostado boca arriba, con el diario que su mejor amiga le había regalado.

- Se supone que solo debo escribir mi nombre..-

Hablo en voz alta pues no le importo dejar sus pensamientos al aire, ya que no había nadie para escucharlos.
Destapó la pluma que traía en su mano libre, mordiendo el tapón y jalandolo de un tirón para después escupir la tapadera que cayó por ahí cercas.

- ¿No estaré firmando alguna sentencia de muerte o contrato? -

Volvió a ojear el libro por si las dudas, levantandolo de lado y volviendo a colocarlo horizontalmente, dejándolo en la página donde aparecía el nombre de su amiga.

- No ella no permitiría eso..-

Tomo con más firmeza la pluma y escribió su nombre debajo del de Aurora. Cuando termino de colocar la última letra en el Chaotic Odyssey, el diario se safo de sus manos, elevándose y girando para después caer sobre las piernas del niño.

- Pero que rayos...-

Miro fijamente como en cada página se iban llenando de varias palabras, como si alguien externo estuviera escribiendo a una velocidad impresionante. *Magia*, pensó Chariel cuando las palabras dejaron de aparecer a la mitad del libro.
Tomo con cuidado el diario y regresandose a la primer página leyó las primeras líneas, recordando haber vivido eso pues en las primeras páginas estaba escrito el primer encuentro que tuvo con el ángel.

- Eso significa que...-

Se regresó a la última página que tenía un escrito, leyendo con rapidez los últimos sucesos que había vivido con su mejor amiga.

- Asique solo aparecen aquí las cosas que hacemos juntos... ¿Debería sentirme vigilado? -

Si que sintió miedo pero no por el libro... Vale, No del todo, pues escucho como tocaban frenéticamente su puerta, haciéndolo sobresaltar y enfocar su vista donde provenían aquellos sonidos, pensando en que talvez había invocado algo.

- ¿Q.qui.en? -
Alzó la voz duditativo con toda la determinación que el miedo le estaba activando.

- ¡Chariel abre la puerta! -
Grito Unphys detrás de ella, aliviando el corazón que casi se le salía al pequeño Dreemurr.
- ¡Tienes que venir conmigo! -

- ¿Ni siquiera un por favor? -
Se quejo Chariel mientras se levantaba del sillón, cerrando el diario y dirigiéndose hacia la puerta.
- ¡Di por favor, si quieres que te abra! -
Coloco su mano en la cerradura en espera de la petición del monstruo.

Se escucharon quejas detrás de la puerta para al fin escuchar un...
- por favor -
de parte de Unphys.

Chariel giro la cerradura y abrió la puerta con una sonrisa, ya esperándose la mirada juzgona del reptil por hacerlo esperar.

- ¿Para que me buscabas? -

- ¡Apareció un chico extraño, diciendo que te conocía!, creímos que sería un peligro pero es muy dócil y... "refinado", creo que es italiano o francés, nosé, habla raro, lo único que le entendímos fue tu nombre -
Unphys solo dio un paso dentro de la casa para tomar el brazo del niño, siendo rechazado al instante.
- ¡No te ofreceré como tributo!, ¿crees que si ese chico fuera un peligro lo hubiera dejado solo con mi hermana?... ¡¿O si es un villano?! -
Pregunto alarmado por el rechazo del niño.

- No, ni siquiera se de quién me estás hablando, solo no quería que me tocarás y... Espera -
Chariel ladeo su cabeza, entrecerrando sus ojos.
- ¿Dijiste francés? -

- Si, Alphyne dijo que ese chico hablaba asi... ¡Da igual!, pero tienes que venir, para saber que hacer con él -

- ¿Yo?... Pero si siempre siguen lo que dice Fran -

Odisea de CharielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora