2 cap 4

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Retomando el capítulo anterior, Chariel y Racter seguían en el laboratorio en el más fino y absoluto silencio pues ambos apreciaban el libro Chaotic Odyssey que había colocado el menor sobre un escritorio.

- ¿Y bien?...-
El primero en romper el silencio fue Chariel pues ya estaba cansado de tanto suspenso.

- Me estoy arrepintiendo de no haber dejado el veneno en el té -
Hablo de forma neutral el príncipe, sufriendo una extraña riña de sentimientos en su interior.
- Pero no sé si el veneno era para que lo tomara yo o lo tomarás tu -

- ¿No que no lastimabas a tu familia? -
Solto de manera sarcástica el menor.

- Por eso estaba pensando en que sería para mí -
El príncipe llevo ambas manos a su cabeza, cubriendo sus ojos y exalando todo el aire que estaba en sus pulmones.
- Por favor dime qué esto es una pesadilla -
Descubrió sus ojos dejando sus palmas sobre sus mejillas.

- Ay que bueno que lo mencionas porque eso pensé cuando te mire aquí, en MI universo pero por desgracia no, no lo es -
Volvió a tomar el libro entre sus manos, pensando en que talvez no debió hacerlo porque Racter se alejo como gato al agua.
- ¿Tan malo es? -

- Depende.... ¿Cómo lo conseguiste?.. ¡No es que... ¡Ay Chariel!, no existe forma en que hayas tomado eso sin que Deian se diera cuenta -
Ansioso, paso sus manos por su cabello, contando lentamente hasta el 10, arrepintiendose de los votos que dijo al momento de su coronación.
- Ni siquiera se que pensar de ti...-

- ¡Yo no lo robe!, no soy ningún ladrón, el ángel fuie quién me lo regaló -
Había levantado la voz pero la disminuía conforme miraba como los ojos de Racter se cristalizaban... Cómo si estuviera a punto de llorar. *Por favor, no*.
- Pero te lo puedes llevar, si quieres -
Volvió acercar el libro al príncipe que no dudo en alejarse del niño.

- ¡No!, ella no me deja agarrarlo -

- ¡Ni siquiera está aquí! -

- ¡Pero mi damita podría sentirlo hasta en los confines del multiverso! -

- ¡¿Tanto miedo le tienes a un ángel?! -

- ¡No, pero no sabes cuánto odio ese diario! -
Racter se había cohibido, cubriéndose con ambas manos la cabeza, pues noto que Chariel había levantado el libro con todas las intenciones de aventarselo.

- Tanto que te cause el llanto, no, pero si no me dejas de gritar...-
Amenazó el menor aún con el libro apuntando al príncipe.

- Lo siento es que... ese diario lo creo junto a Ralsei -
Fue bajando sus manos cuando se cercioro de que Chariel ya no iba aventarselo pues miro como el niño abrazó el libro en cuanto menciono al otro.

- ¿Su mejor amigo? -
De Ralsei no le molestaba admitir la amistad que tuvo con su mejor amiga pues todavía no se conocían cuando eso sucedió, además de que ya estaba muerto, sería cruel quejarse por alguien que ya no está con ellos.

- Es que... no solo era su mejor amigo, si no... -
Racter volvió a mirar con recelo el diario y con molestia soltó.
- También su primer amor -

- Ah..-
Fue los más apropiado que pudo decir Chariel porque al parecer había más que analizar de ese dichoso diario.
- ¿Y porque me lo dio a mi? -

- ¡Ve tu a saber!, eres su mejor amigo ¿Que no? -
Menciono burlon con celos que no trato siquiera de esconder.
- ¡Porque de los dos diarios tuvo que darte exactamente el de Ralsei! -

Y ahí Chariel si que se sonrojo, ahora ¿como le explicaría a Racter que él fue quien lo escogió?, *¿le creería si le dijera que fue solo por qué iniciaba con la letra de su nombre?*.

Odisea de CharielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora