Odisea de Chariel

Tierra de Idols

- No tiene nada de raro, es igual que ir a los demás universos, solo que este es muy simple -

Comento el ángel con desdén en sus palabras recibiendo un leve pellizco en la mano por parte de su mejor amigo y no, no fue por lo que dijo, si no, porque Chariel sabia que estaba mintiendo.

- ¡Oye!, hacemos todo lo que podemos, si tan solo nos permitieras..-
Racter había levantado la voz, defendiendo su reino pero la disminuyó por el odio que trasmitia Aurora al mirarlo.

- ¿Que? -
Atacó el ángel con una voz más demandante con todas las intenciones de aventarsele si continuaba hablando sobre ello.

- Nada -
El de ojos rubíes desvío la mirada, suspirando de forma frustrada.

- Si no querían ser vistos por nadie, déjenme decirles que están fallando -
Chariel paso su mano libre por en medio de los que discutían para romper la tensión.
- Y ya tengo hambre, no he comido nada en todo el día... O noche -
Para su sorpresa el primero en preocuparse por el fue Racter.

- Es que a ella no le da hambre, si no le avisas podría hasta matarte de abstinencia -
Y con toda la libertad con la que el ojiruby lo había atrapado al inicio, tomo su mano, deshaciéndose del agarre que Chariel tenía en Aurora.

El menor de los Dreemurr no se quejo, solo se quedó mirando ambas manos, preguntándose si eso fue por verdadera preocupación o por el hecho de que ya se le miraba que Racter quería separarlos; volteo hacia su amiga para ver si está reclamaba pero solo la noto arrepentida por su descuido de no alimentarlo. *¿Es que enserio no se daba cuenta?*

- Lo siento Little Star, te prometo que pronto llegaremos al castillo -
El ángel trato de tranquilizar a su mejor amigo para después agitar una mano y llamar la atención de una cosa flotante de color verde.
- Whatsypp marca a Undyne -

La cosa flotante se convirtio en un celular de color verde que el ángel tomo y se alejo unos pasos para hablar con más libertad dejando a ambos chicos en un silencio incómodo.

- ¿Deian siempre te trata así? -

Pregunto Racter al oji esmeralda que se la pensó para responder.

- ¿Así como? -

El príncipe había juntado sus cejas en un gesto de molestia dándole un leve apretón en la mano que se suavizó al instante en qué lo sintió.
- Olvídalo, estoy enojado, me pongo muy inquieto siempre que me siento así y no quiero arruinar tu primer estadía aquí -

- ¿Porque? -
Se atrevió a preguntarle, notando esa sinceridad que anteriormente le había explicado su amiga.

- Porque eres su mejor amigo -

- Eso no, preguntó que es lo que te molesta -
A este punto Chariel ya se estaba dando una idea de que es lo que estaba pasando.

- Tu existencia -

- Ah -
El menor de los Dreemurr sonrio con clara evidencia de incomodidad en su rostro.
- Si que eres sincero -
Hablo entredientes, queriendo decirle que él también le molestaba pero no por las mismas razones.
- ¿Y porque no me sueltas? -

- Porque no quiero que te pase nada malo -

- Porque soy su mejor amigo -
Repitió las mismas palabras que el de cabello azul le había dicho con anterioridad para recivir una negativa.

- No, es porque estas en mi reino, tratarte bien es una cosa -
Levantó ambas manos que aún seguían sostenidas.
- Cuidarte es otra -

- Eres raro -
Finalizó Chariel al mirar de reojo como se acercaba su amiga.