Odisea de Chariel

Fin de la segunda temporada

- Te dije que era extraño -
Aurora tomo de los hombros a Chariel para agitarlo hacia enfrente y hacia atras.

- Yo creo que es perfecto -
El ojiesmeralda había cubierto la boca de su mejor amiga con ambas manitas, dandole una sonrisa traviesa al haber logrado que se detenga. ¨Y vaya que se burlaría de esto por años¨.
- Digno de un príncipe -

- No, no no no no, NO -
Asriel se apresuró a separar a ambos niños, quedando en el medio.
- Basta de coquetear, esto es raro, esto es muy raro. Tu ni siquiera cuentas como un ser vivo -
Empujó al SAVE hacia un lado.
- Y tu, le estas hablando con demasiada confianza a alguien que podría ser tu padrastro -
Terminó de empujar con más delicadeza a Chariel hacia el otro lado.

- No es mi culpa que Racter se haya fijado en alguien de mi edad -
Chariel manoteo como amenaza en caso de que a la variante se le ocurriera volver a tocarlo.
- Y para tu informacion, no estábamos coqueteando, asi nos llevamos -

- ¡No digas eso!, lo estas haciendo mas raro -
El monstruo se abrazó a sí mismo, deshaciendo el campo de batalla y haciendo que apareciera de nuevo la habitación de Chariel; sin ningún rasguño, justo como la habían dejado.
- Es que nuestros tiempos no son los mismos, Racter solo le gana por tres años y nuestra época está alineada a la tuya ya que el tiempo del underground se quedó congelado en… ay no.. espera.. ¿que dije?... ¡¿qué le has dicho?! -
La última pregunta fue dirigida hacia la niña que levantó las manos con inocencia.
- Así que... Yo fui… ¡¿porque no me dijeron antes?!. Y YO QUE TRATE DE AHOGARTE EN CHOCOLATE -

- ¡Sabia que habias sido tu! -

Le regaño Aurora que fue callada por Asriel, ya que este había levantado un dedo en dirección al ángel, usando un tono bastante autoritario que en esta ocasión hasta asustó a Chariel.

- No no hables, no lo tienes permitido y no, no te lo permito. Todavía estoy enojado contigo y después de esto -
Regreso sus afelpadas manos hacia su rostro, refregandolo varias veces, nervioso de todo lo sucedido. Él realmente había pensado en eliminarlos a ambos, pero ahora…
- Nunca más volverán a verse -

- Per…-

Asriel levantó su mano hacia Aurora, dejándola a pocos centímetros cerca de su boca y la cerró lentamente, formando un piquito con sus dedos para indicarle que guardara silencio.
- ¿Qué te dije? Y no, no es una invitación para que hables ahora pero sí para que cierres la boca, entiende que lo arruinas todo y si realmente te preocupas por Chariel, no lo expondrias a tales peligros, eres una verguenza como mejor amiga y no se te debió permitir tener uno -

Se formó un nudo en la garganta del ángel mientras lágrimas corrían por sus mejillas, abrió su boca para tratar de defenderse pero no encontraba la forma para que las palabras lograran salir de su labios.

- Así que eras tu -
El menor de los Dreemurr hablo con una calma y un odio bastante inquietante para los presentes.

- Disculpa, ¿Quien? -
Asriel se había girado en dirección a su ¨hijo¨ como una pequeña advertencia en caso de que quisiera atacar.

- Cuando estuvimos en Outer… -
Chariel siguió explicando con la misma calma de antes, rodeando a la variante que gruñó al notar sus intenciones. *El niño trataba de acercarse a su mejor amiga*.
- Como se llame, el universo de las estrellas. Escuche la voz de mi angel en una flor azulina, llorando y lamentándose por algo que no logré descifrar del todo, pero si la voz que la había hecho llorar -
A pesar de la advertencia que le había dado el mayor, el pequeño siguió con su caminata, hasta tomar entre sus manos las temblorosas y pálidas manos de la mini diosa.
- Nunca me imagine que fuera una variante de mi padre, ya que nunca me habia hablado asi y agradezco que en tu universo yo no nací, porque qué sería de mí si yo hubiera odiado a mi padre tanto como te odio a ti -

- Little Star no… -
Aurora trató de detenerlo, tanto por el hecho de que sabía que eso podría lastimar a Asriel como de que si se enojara de nuevo con Chariel, ya no la librarian tan fácil de esta.

- Angel tu eres mi mejor amiga, la única, y esta vez si lo volveré a repetir porque me ofende muchísimo que al inicio me hayas comparado con… ese -
Pronunció con evidente desprecio hacia la variante de Asriel.
- Y estas muy equivocada si… no, están muy equivocados ambos si creen que sera muy facil poder alejarnos, porque hasta tu te diste cuenta mi Ángel, nos costó tiempo y esfuerzo llegar a tener esta confianza -
Levantó ambas manos que seguían unidas, mostrándole como hasta ella se aferraba a él para buscar tranquilidad.
- Tu eres mi punto de salvación así como yo soy el tuyo y nada ni nadie podrá quitarnos lo…-

Para sorpresa de ambos niños, Asriel no contestó, sin embargo cuando voltearon hacia él; les dio una reverencia y desapareció.

- Ganaste…-
Habló débilmente la albina aun sin dejar de soltar lágrimas pues aún se le dificulta parar, sin saber si era por el regaño de Asriel o las palabras que acababa de decirle su mejor amigo.

- No creo… aun sigues llorando, ¿te duele algo? -

- El corazón, por otra parte… al final me sentí feliz -

- ¿Lloras de felicidad? -
Chariel recibió un asentimiento como respuesta y el solo hizo un gesto de extrañeza.
- Eres rara -

- Mis hermanos dicen que soy especial -

- Y yo digo que vayamos a jugar -
Escuchó la suave risa del ángel, sintiendo un golpecito en el hombro de su parte.
- Oye te acabo de salvar -

- *Nos* acabas de salvar -
Deian aprovechó la cercanía para darle un besito en la mejilla al pequeño Dreemurr como agradecimiento y soltar sus manos para correr hacia la puerta.
- Pero si, vamos a jugar -

- Acabas de…-

- No sé de qué me hablas, somos unos niños libres que deben disfrutar su infancia -
Hablo como si estuviera cantando una fábula, haciendo gestos exagerados, sin borrar su sonrisa.

- Angel…-

- ¡Tú la traes! -

Gritó el ángel antes de correr hacia las escaleras, siendo perseguida por su mejor amigo y protagonista de esta historia.