Odisea de Chariel

Secuestro en proceso...

- ¿Es una pregunta trampa?...-
Aurora ni siquiera espero a que Chariel hablara para saber su respuesta, hasta parecía estar escrita en su frente.
- ¡Por supuesto que es una trampa!, ¿que tiene de malo que sea así? -
Levantó sus brazos a la altura de su abdomen, deteniendo cualquier acción que fuera hacer su amigo, ya que se le veía con toda la intención de querer pelear.
- No estoy diciendo que prefiera que Alphyne me cuide solo quiero saber el porque de tu disgusto -

- ¡Hace un momento te acabo de decir cuánto me frustra el hecho de que me creas débil! -

- No creo que seas debil, Chariel, eres mi amigo, no quiero que nada malo te pase y si puedo evitarlo, mejor para ambos -

- Ya que somos amigos, ¿No se supone que debe ser por ambos lados el tener que cuidarnos? -

- Amm... Si -

- Entonces porque hace rato corriste hacia Alphyne, siendo que yo te quedaba más cercas -

- ... Es que nunca me habías dicho que también querías cuidar de mi -

- ¿Estás segura que no tiene nada que ver con el hecho de que pienses que esa científica es más fuerte que yo? -

Cuestionó Chariel tanteando si el ángel no le estaba mintiendo y en efecto, Aurora calló durante unos segundos, intentando formular alguna palabra y a pesar que no del todo era mentira, se sintió expuesta ante la suspicaz  mirada esmeralda. Así que solo le quedaba jugar sus cartas.

- Chariel sabes que te quiero mucho -
Soltó junto a una adorable sonrisa, logrando su cometido y desorientado al menor más rápido de lo que esperaba, aprovechando esto para salir corriendo del alcance de su amigo.

El menor de los Dreemurr duró bastante perdido en sus pensamientos, no es la primera vez que el ángel le decía cosas solo para sacarlo de su eje pero siempre lo hacía con tanta sinceridad que lo asustaba aún más.

-¿Cómo es que para esas cosas no miente... o talvez dice algo demasiado loco para que no la descubra mintiendo? -
Llevo una mano hacia su moño y lo aflojó un poco, tomando aire y buscando hacia que dirección se había ido el ángel. No le preocupó que escapara después de todo sabía que estaba lo suficientemente lastimada como para regresar por si sola a su universo.
-¡¿Pero porque de todo lo que pudo decir fue eso?! -
Grito para hecharse a correr hacia donde creyó que estaba su amiga.

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- Creo que aquí no me va a encontrar -
Hablo con dificultad el ángel, recuperando el aliento, después de correr por varias casas, decidió esconderse detrás de unos árboles en lo que se le bajaba el enojo a Chariel.
- Primera vez que veo esa expresión en su rostro... ¿y si esa palabra es muy fuerte en este universo?... ¡Por todos los dioses!, Se va a enojar aún más -
Se atrevió a sacar su cabecita para ver entre los matorrales que rodeaban al árbol.

- Yo creo que sería más raro si Chariel no se enojara -
Confeso Sarik risueña, colgándose de cabeza del árbol en el que Aurora se escondía.

- Oh no, también suele ser muy asustadizo pero me encanta su deter....-
Había respondido con mucha facilidad hasta que volteo hacia aquel híbrido que se mantenía de cabeza.
- Frisk...-
Los labios del ángel titubearon al mencionar ese nombre.

- ¡Sabia que no eras de este universo! -
Sarik se emociono aún más al notar el pánico en la albina, la había descubierto y ya no podía hecharse hacia atrás.
- ¡Mi onichan tiene que saber esto! -
Y abriendo un portal, empujó con cuidado al ángel hacia dentro para después ella también meterse y desaparecer ambas del lugar.