Odisea de Chariel

¿Será?

Un milagro... su extraña amiga confiaba ciega y plenamente en él porque lo creía un milagro. Chariel no lo sentía así, si que fue el momento más raro y magico de su vida el hecho de que se conocieran y sabía cuánto su amistad podía valer, pero él no lo consideraba un milagro. Aún después de haber rechazado la propuesta de Aurora, ella le dijo que lo seguía considerando un milagro y que apesar de que ella lo pidió, le aliviaba el hecho de que no lo aceptará.

- Tengo que hacer algo con esa manía que tiene por protegerme...-

Hablo al aire después de varias horas de estar recapacitando, ya habían pasado dos mes de la partida del ángel y aún seguía en su mente aquellas palabras que pronunció la albina antes de la llegada de Mettpy.

- Solo fue una casualidad el hecho de conocernos -

- ¿Con quién hablas? -
Pregunto su hermana mayor asomándose por el  marco de la puerta.

- Cierto estoy en la sala..-
Susurro aún siendo escuchado por la pelirroja.

- ¿Que? -

- ¿Crees que soy un milagro? -

Asara se extraño por la pregunta pero no juzgo a su querido hermanito, camino hasta donde estaba el menor y se sentó en el suelo, justo a su lado.

- Por supuesto que eres un milagro para mí, no sabes la felicidad que me invadió cuando mis padres anunciaron que  vendría un nuevo bebé a la casa y ni se diga de la primera vez que te mire, ¡eras tan adorable!... bueno lo sigues siendo -
Río dulcemente la chica, jalando cariñosamente la mejilla de Chariel.
- pero ya no crezcas, si no fuera por la estatura, pareceria que tú eres el mayor -

- Es que debo protegerte -

- No tanto... pero agradezco tu preocupación -
Decidio por acostarse también en el suelo, buscando en el techo que era lo que entretenía tanto a su hermano.
- Me recuerda cada día lo especial que soy para ti -

-  Especial... ¿no te hace sentir débil? -

- No, porque así como tú quieres protegerme, yo te quiero proteger a ti, lo que nos motiva a esforzarnos cada día en entrenar para ser más fuertes -

- Es que es lo normal porque eres mi hermana -

Soltó con leve molestia, dándole a entender a la de ojos rubí que realmente su hermanito no hablaba sobre ellos.

- ¿Es por tu amiga? -
Pregunto, después de todo no encontraba otra cosa que pudiera tener tan distraído a Chariel, desde que se fue esa niña.

- Si... su existencia es como una incógnita en mi vida y a pesar de eso, ella confia totalmente en mi y me mira con unos ojos como si...-
Bajo la voz sintiéndose avergonzado por lo que iba a decir.
- como si no existiera nada más en el multiverso para ella...-

- Oh...-
Fue lo que pudo pronunciar Asara para no demostrar lo emocionada que estaba, por su mente pasaba la idea de que su hermanito aún teniendo esa actitud de alejar a todos, los demás aún lograban encontrar sus encantos.
- Creo que ya se que es -

- No, no está enamorada de mi -
Sentenció con voz firme, ya imaginando lo que su hermana le diría.
- Y eso es lo que más me confunde -

- ¿Estás seguro? -
Dijo igual de confundida que el menor, porque todo apuntaba a que la niña gustaba de su hermanito.

- Si, ya le pregunté -

- ¿Y si lo oculto?... porque, bueno, eso no es fácil de decir -

- Oh no, créeme que si estuviera mintiendo, me hubiera dado cuenta, siempre estoy al tanto de que le gusta mentir -

- ¿Ella mintie? -
Se logró escuchar la preocupación en la voz de la chica, alertando al de ojos esmeralda.

- Intenta no hacerlo pero si -

- ¿Y eso no te incómoda? -

- No, porque se cuando lo hace y ella lo sabe -
Se quedó callado esperando a que su hermana hablara pero eso nunca paso, realmente la había dejado pensando con tanta información.
- Ella no sería capaz de dañarme, si eso es lo que te preocupa, ya la puse a prueba -

- Lose, eres demasiado inteligente como para dejar que alguien así se quedará a dormir en nuestra casa -

- ¿Entonces? -

- Es que...-
Asara dudo por un momento en si decirlo o no, talvez no era el como se comportaba la niña, si no, el como lo persivia su hermanito.
- ¿No será que a ti te gusta? -

Decir que Chariel estaba sorprendido sería poco, esa nunca hubiera sido una opción para él, porque como dijo su amiga, eso sería algo imposible, aunque ¿quién es ella para decidir por el?. Suspiro pesadamente, pasando sus manos por su cara, frotando sus ojos y hechando su cabello hacia atrás.

- No, eso no, hay una regla que lo prohíbe, ademas sería como dispararme a mi mismo, no podría enamorarme de ella -

- ¿Porque? -

- ¡Porque le encanta llevarme la contra! -
Se levantó del suelo aún farfullando sobre todo esto.
- No importa si mi opción es la mejor o si tengo la razón, ella discutirá conmigo solo porque "le parece divertido" -
Le da una mano a la mayor para ayudarle a levantarse.
- Si le digo que es verde, ella dice amarillo, cuando quiero que esté, no está y cuando no la quiero cerca, ¡ella solo aparece!, entiendo lo de los colores pero lo demas... aunque siempre viene si estoy en peligro... pero eso no tiene nada que ver con...-
Chariel seguía hablando mientras su hermana lo escuchaba con una sonrisa divertida de la situación.
- ¡Necesite de un abrazo y ella se negó a darmelo!, ah pero no sea que ella quiera uno porque ni siquiera pregunta -

- ¿Porque querías abrazarla? -
Le interrumpió, sin dejar de reír, cubriendo un poco su boca con el dorso de su mano.

- Era de vida o muerte, no lo entenderias -
Se estiró, bostezando por el sueño que traía, ni siquiera ayer pudo dormir bien.
- Como amigos perfecto, como pareja... nose -
Retomó la última opción, volviendo a llamar la atención de su hermana que lo miro anonadada.
- Porque no puedo negar que si está bonita pero tampoco me gustaría dejarme llevar solo por la apariencia, además la que me mira así, es ella, no yo... ¡Y luego está Mettpy!, ella también se dio cuenta y se creo una tensión muy extraña entre las dos hasta que Aurora negó sentir algo por mi, más que solo amistad... -

Asara agradecía la sinceridad que tenía su hermano para decir las cosas pero vaya que la seguían sorprendiéndo y agradecía que de todos esos "peros" que Chariel ponía del porque no le gustaba su amiga, en ningún momento fue el hecho de que Aurora en realidad era un niño.

- Hum... perdona hermanito, esta vez no podré aconsejarte porque cada vez que me le acercó, ella huye -
Comenzó a caminar en dirección a sus cuartos para estar más cerca de las habitaciones en caso de que su madre saliera a regañarlos, sin dejar de lado la conversación que estaba teniendo con su hermano que al igual le seguía.
- ¿Cómo trata a sus otros amigos? -

Chariel entrecerro sus ojos con un ligero síntoma de molestia

- Pues más les vale que no igual a mi porque se supone que yo soy su mejor amigo -
Explico con un tono de voz que demostraba su incomodidad al pensar  que su amiga tuviera otros amigos.

- ¿Que no llevaban poco de conocerse? -

- Si, pero ella siempre dice que soy su mejor amigo, así que debería cumplir con su palabra -

Asara volvió a reír risueña por la forma en que su hermanito se contradecía.
Chariel se molestaba por qué el angel lo trataba diferente pero a la vez le gustaba.
- La amistad que ustedes tienen es raramente angelical -

- ¡¿Verdad?! -
El de ojos esmeralda había colocado su mano en el brazo de su hermana, apoyando el hecho que esa era la única respuesta por más tonto que sonara.
- Debo prepararme mentalmente para no quedar loco por culpa de esa loca -

Y con un buenas noches fue que se despidió el menor de los Dreemurr para irse a dormir.