Odisea de Chariel

Un dulce universo

- Donde... ¿Dónde estamos? -

Chariel mira aterrorizado a la albina sin poder creer lo que estaba escuchando.

- ¡No se supone que tú eras la que sabía de todo esto! -

- Si pero estamos en el lugar equivocado, Sugartale está a unos cuadrantes más alejados de tu universo, ni siquiera debería ser una opcion en mi sistema -

- Otra vez estás diciendo cosas raras -

- A lo que me refiero es a que debimos de aparecer con mi tío Fell y sea lo que nos haya cambiado las rutas tuvo que utilizar algún virus que pudo habernos eliminado -

El de cabello bicolor aflojo un poco el moño rojo que llevaba en el cuello mientras trataba de calmar su respiración, este tipo de situacion nunca se lo había imaginado en su vida y tampoco le gustaba el hecho de estarlo viviendo.

- Somos unos niños, ¿Quién haría algo asi? -

- Hay una larga lista de dónde escoger -

- ¡Si sabías eso ¿por que me trajiste aquí?! -

-Tranquilo, son realmente agradables, es divertido jugar con ellos -

La niña comenzó a caminar seguida del joven Dreemurr cuestionandose sobre el tipo de "maravillas" que le habían prometido.

- ¿Entonces que hacemos? -

- Pues investigar, no siempre es tan malo estar en un universo desconocido, así te conocí a ti -

- Tu no me conoces -

- Chariel solo tuve que mirarte a los ojos para saber que tanto tú como tu universo son maravillosos -

- ¡No me vengas con esa tontería, si ni siquiera te acordabas del color de mis ojos! -

Aurora se detiene, mirando fijamente al niño, antes de cruzar un puente de galleta.

- Más bien, no puedo distinguirlo, tampoco teniendo te aquí puedo hacerlo, para mí tus ojos se ven tal como las estrellas -

- Mis ojos son verdes, jades, esmeraldas, ¿cuando has visto una estrella así? -

- Que extraño, cuándo Asriel obtiene la personalidad de Flowey sus ojos dejan de ser verdes -

- ¿Me estás comparando con mi padre? -

El ángel alborota su propio cabello con una mano para despejar un poco su mente, creía que no había escuchado bien a su amigo.

- ¿Quién es tu padre? -

- Asriel -

- ¿Asriel Dreemurr es tu padre? -

- Bueno ¿tú eres tonta o que? -

- Es que yo creí que tú... eras... ¡Por las plumas de Quetzalcóatl!... ¡Asriel va a ser papá! -

El de ojos esmeralda da un paso hacia atrás al notar la euforica emoción que comenzaba a tener su compañera

- Estás haciendo que pierda las esperanzas en qué realmente me llevarás a casa -

- Pero que dices ¡Tu eres la esperanza para el multiverso! El engranaje que hacía falta en cada uno de ellos para que avanzarán hacia el futuro, ¡Tu eres.... ¿Un humano? -

- ¿Y tu quieres que te muerda verdad? -

- ¡Por favor dime qué yo no soy tu mamá! -

- ¡Ja! Ya quisieras ser la mitad de lo que es mi madre -

- ¡Perdón! Tenía que quitarme el susto, lo bueno es que tu madre será Frisk -

El de cabello bicolor rapidamente toma el brazo del ángel y lo dobla por detrás de su espalda aventandola hacía el suelo.

- Si quieres seguir ofendiendo a mi familia al menos que no sea enfrente de mi por qué ya acabaste con mi paciencia -

- ¿Los estoy ofendiendo? -
Pronuncia el ángel contra la galleta.

- ¡Si! -

- ¿Por qué? -

- Por qué mi mamá no es Frisk, es Chara -

Extrañamente la albina se mantuvo en silencio por un rato haciendo sospechar al joven Dreemurr que decidió soltarla creyendo que tal vez era por qué la estaba tratando demasiado rudo.

- ¡Noooooo! Si vas a matarme, hazlo ahora -

- ¿Que? -

- Justo en este momento mi corazón acaba de romperse, si muero talvez el dolor desaparezca -

- ¡Puedes dejar de decir tantas tonterías!  Si te quieres morir al menos llevame a mi hogar en debes de dejar me varado en un lugar raro y tirando nuestra amistad por la borda -

- Más bien por un río de chocolate... Espera, ¿Somos amigos? -

- ¿Dijistes chocolate? -

- Y tu dijsite que somos amigos... -

Chariel se sentía confundido, no sabría ni como explicarse él mismo si había saltado al río por el hecho de que era chocolate o si fue por el impulso de su inconveniente declaración que no paso desapercibida por el ángel. Cualquiera que hayan sido las razones, lo llevo a la peor idea que había tenido en toda su vida, ya que al parecer el río de chocolate se sentía como si fuera arena movediza que no tardó en engullirlo a los pocos segundos de haber tenido contacto y por el pánico que le generó no podía hacer uso de su magia, erá como si toda su vida se estuviera acabando con cada movimiento que trataba de hacer para salir del chocolate que solo lograba hundirlo más rápido.
En su mente solo resonaban sus lamentos sobre que pasaría con su familia ahora que el no estaría para protegerlos, hasta que comenzó a ver una oscuridad profunda y el horrible dolor de ahogarse con el chocolate desaparecía.

- ¿Estoy muerto? -

Convocó su alma para asegurarse de ello y grande fue su sorpresa al contemplar un destello, que lo rodeaba apareciendo la palabra [CONTINUAR] que iluminó todo y a los segundos se encontraba entre los brazos de su compañera justo en la Doodle Sphere.

- Entonces por eso olías a chocolate... -
Susurra Aurora en el hombro del contrario.