15

482 16 0
                                    

Carlos

Lo siento, Charles. Pero follar con ella es increíble. ¿Me estaba pillando de Emma? Nah, solo son polvos. Aunque a ver… no. No, que va. Jooodeerr. Estoy hasta la polla. El problema aquí lo tengo yo. No podía sentir nada por ella que no fuera atracción. Porque me jodería. Mucho.

–¿Todo bien?

–Sep, claro que sí.

–Vaaale.

–¿Por?

–Te has quedado mirando al techo con una mano en mi teta..

A lo que la toqué, solo para molestar.

–Como quieras.

–Nah, solo pensaba en mis mierdas.

–¿Qué pasa?

–Una rayada mía.

–Ah… bueno.

–No te preocupes.

–Pero cuentaaaa.

–Que no, que da igual.

–Ay, vale.

En fin… a ver cómo me libro yo de esto.

–¿Vamos a la playa?

–¿Ahora? Pero si es de noche…

–Por esooo.

–Pues vamos.

–Así me baño desnuda.

Ella y sus ideas de bombero. Fuimos a la playa que estaba al lado del hotel y una vez pusimos las toallas se quitó la ropa. Yo hice lo mismo, y corrimos los dos hasta el agua. Se sentía liberador bañarse desnudo.

–No toques.

–Vaaale.

–Me niego a arriesgarme a que a alguien nos vea.

–Vaaale, vale.

–Bien.

Pero se lo pasó por el forro, y se lanzó encima mía.

–Vale, vale. Perdón.

–Qué más da…

–Valeee.

La rodeé con mis brazos en el agua y ella me besuqueó toda la cara.

–Eres insoportable…

–Anda que tu, pesadilla.

–Ala.

Ala.

–Qué pesada de verdad, quita…

Se encogió de hombros y se separó. Se puso súper seria. Va a ser malo y muy mala idea que le diga esto, pero si empiezo a ser cruel con ella se alejará, mis sentimientos se irán, y todo será como debe ser. Me miró por última vez y se fue del agua poniendose la ropa antes de secarse y alejarse de la playa. Auch. El problema aquí lo tengo yo, no tengo por qué hacerle daño, pero parece que soy tonto y no entiendo cómo van las cosas y eso es lo único que se me ocurre. Suspiré y fui también fuera a secarme. No la encontré en mi cuarto, ni siquiera en mis mensajes, ¿me acababa de bloquear? Ala, por tonto.

Emma

Pesada. Pesada. Pe-sa-da. Él acababa de decirme que era pesada. ¿No es consciente del daño que puede hacer esa simple palabra de seis letras? No, no lo es. Imbécil. Llegué, lo bloqueé y me fui a mi habitación del hotel. No quería verlo. No hacía otra cosa más que llorar. Necesitaba a Charles ahora, pero era tarde y estaría durmiendo. Mañana iría a verlo.

𝐬𝐢𝐧 𝐝𝐚𝐫𝐧𝐨𝐬 𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐚 [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora