― No sé que mas hacer para que lo entiendas Isa.― Niega con la cabeza mientras lleva sus manos a su cara demostrando la frustración que siente en ese momento.
Ella lo mira con los ojos cristalizados. Quiere decirle todo lo que siente, cuanto lo ama y que la perdone por haber tardado tanto, pero ninguna palabra sale de su boca. Nuevamente está paralizada por el miedo.
― ¿No vas a decir nada?― Pregunta él.
― Ya sabes que pienso Lean.
― ¿Segura? Porque nunca lo he escuchado de vos. Ya no se si estoy imaginando las cosas sólo para convencerme a mí mismo de que tus sentimientos son mutuos.
El labio inferior de ella comienza a temblar. Sabe que poco a poco Leandro se le está escapando de las manos. Pero no puede culpar a nadie más que a sí misma. Pero tampoco nadie puede juzgarla. No cuando pasó los últimos años en una relacion en la cual no era libre. Donde se olvidó lo que era el cariño, el respeto y sobre todo el amor.
― Lean... porfavor.― Dice ella mientras avanza un paso en su dirección. Las lagrimas comienzan a deslizarse por sus mejillas.
― No.― Trata que su tono salga firme, pero se ve traicionado por su voz quebrada. ― No puedo seguir así. No podemos seguir así Isa.
― Gordo...
― Creo que lo mejor es dejar todo acá.― Ahora es él quien se acerca. Apoya su mano derecha en la mejilla de ella para limpiar una lagrima con su pulgar. ― Perdón por no darte lo que merecías.
Y así, ve como el amor de su vida se marcha sin más.
Perdón por no darte lo que merecías. Esas ultimas palabras resonaban en su cabeza mientras lo observaba alejarse. Quiere correr en su dirección pero las piernas no le responden.
¿Y ahora como hace para decirle que le dió mucho más de lo que cree?
¿Como hace para explicarle todo esos sentimientos que viene reprimiendo hace meses?
¿Como le explica que fue el único en juntar todas sus piezas, sanando algo que él no destruyó?