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Voglio trovare un senso a tante cose
Anche se tante cose un senso non ce l'ha

Escucho como sigue hablando pero no le presto tanta atención. Me tiene cansada.

Desde que llegó del entrenamiento no ha parado con los reclamos. Al no querer escucharlo, ni sé cual es el motivo de sus quejas esta vez.

Escucho como suelta de golpe el bolso que llevó al club hoy y como baja las escaleras para acercarse a la cocina, donde me encuentro revisando algunos mail con propuestas de trabajos.

—Quiero creer que no respondés porque no me escuchaste y no que me ignoras.— Suelta con tono enojado, aunque no tanto como otras veces. 

—Estaba leyendo cosas de trabajo.—Ya ni me gasto en pedir diculpas cuando le hablo.

—De eso mismo te estaba hablando. ¿No escuchaste nada?— Niego con la cabeza mientras cierro la laptop. Puedo imaginarme por donde viene la cuestión.

Veo como rodea la isla de la cocina para quedar a mi lado. Parece un poco más relajado que cuando llegó, pero con él nunca se sabe.

—Te decía que reconsideres dejar de trabajar ya. No lo necesitás, la plata no es un problema.— Apoya su mano sobre la mía y me dedica una sonrisa que para él seguramente es una tierna, para mí es cínica.

—¿Y hacer que? ¿Quedarme todo el día en casa?

Saco mi mano haciendo que el contacto entre ambos desaparezca y me dirijo hacia la heladera en busca de agua. Sé que es justamente lo que quiere. Que no salga de estas cuatro paredes para poder controlarme más de lo que ya hace.

—Si Isa. Estaríamos mas tiempo juntos. Podrías criar de nuestros futuros hijos.

¿Hijos? ¿De que hijos me habla? Si me pasé los primeros años de la relación tratando de entender el motivo de su negación ante esa idea, para luego convencerme a mí misma que no necesitábamos una familia siempre que estuviéramos juntos y ahora viene con esto. Dejé de lado mi sueño para estar con él.

—Pero si vos no querés tener hijos James.— Me giro para mirarlo. No entiendo a donde quiere llegar.

—Pero con tal de que estés en casa los tengo.— Por su cara puedo notar que dejó salir las palabras que no debía. Se vendió sólo.- Lo que quiero decir es que si vos estás dispuesta a dejar tu trabajo, yo puedo considerar darte hijos.

Y ahí vamos de nuevo. "Con tal de que" "puedo considerar". Nada de lo que me dice me asegura que realmente tengamos hijos. Solo quiere hacerme ceder ante la gran ilusión de algo que jamás vendrá.

Manipuación.

Eso es lo que está haciendo, me está manipulando. No sé en que momento todo empezó a cambiar tanto. Era una relación de dos personas, ahora es solo él dando las indicaciones y yo siguiendo lo que dice o hace. Fue tan paulatino todo que no me dí cuenta como llegamos hasta acá. 

Siento como se acerca a mí por detrás. Quiere que me gire para mirarlo a los ojos. Esos ojos que antes me daban tranquilidad pero en los que ahora solo veo un gran vacíos. Sabe cuales son mis puntos débiles, por lo que deja un beso en mi cuello y luego apoya una mano en mi hombro para acariciarlo y llamar mi atención.

Abro los ojos un poco exaltada, sintiendo el contacto de algo o alguien en mi hombro. Justo como había hecho James hace unos momentos.

Miro a mi alrededor un poco desorientada hasta que recuerdo donde estoy. Sigo sintiendo el contacto sobre mí y trago duro antes de mirar a la persona sentada en la cama, a mi lado. Mi mente ruega que no sea él.

Quedate - Leandro Paredes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora