25

609 41 28
                                    

Si no es muy tarde para remediar las cosas que hice mal
Si no es muy tarde para ser de nuevo el hombre que tu elijas

Leandro Paredes

Mi dedo índice pasa por todo el borde del vaso de vidrio, el cual contiene el fernet que acaba de preparar Ota. Aunque quiera prestar atención a lo que dicen, estoy perdido en mis pensamientos. Nos habíamos juntado con algunos de los chicos a comer un asado y las mujeres por otro lado. Lionel, Angel, Nicolás y Rodrigo habían querido juntarse porque ya iban a empezar los cambios en los clubes y por lo menos en mi caso, no sabia cual iba a ser mi destino. Aún quedaba tiempo para decidir y todavía teníamos un festejo pendiente en Argentina, pero si estaba la posibilidad de vernos, lo hacíamos.

No logro sacarme de la cabeza a Isabella. Como tuvo la iniciativa de ir y buscarme. El querer hablar y arreglar las cosas. Lo dispuesta que está o estaba a recuperarme. No me sorprende que lo haya hecho porque muy en el fondo sé que me quiere, de eso no tengo dudas. Pero meses atrás habría sido yo quien tomara el primer paso. Que me haya visto con Camila no suma en lo más mínimo. Siempre pasa esto con ella, estamos desencontrados. Pero no quiero que siga pasando. No quiero que sea de esas relaciones que dicen ser correctas pero en el momento equivocado. Llevo un par de años queriendo que nuestros caminos se crucen y es hora de que no se separen más.

—Eh boludo. Te estoy hablando.

Elevo los ojos para encontrarme con Rodrigo, quien tiene en su mano la jarra con más fernet y al parecer me está ofreciendo más. Niego con la cabeza porque aún no toco el vaso que tengo y sigue lleno. De paso aprovecho para recibir el plato con la carne recién salida de la parrilla. Dejo de lado todos mis pensamientos y me concentro en la conversación porque de seguro ya van a empezar a molestarme.

—¿Y como supo donde encontrarte?

—Ese fui yo. — De Paul se auto señala con la punta del cuchillo. — Pero que iba a saber yo que la ex estaba ahí pues.

Rodrigo Javier De Paul, siempre queriendo ayudar pero metiendo la pata en el proceso. Tampoco lo voy a culpar. Yo estaba en Ibiza y podría haberme acercado antes, no sólo cuando vi que necesitaba ayuda. Podría haberme quedado esa noche o aparecer a la mañana siguiente. Verla bailar con el otro pelotudo me puso más celoso que nunca pero tampoco fui un santo. Todo el mundo vio las fotos que comenzaron a circular con Camila y aunque no pasó nada con ella, no puedo decir lo mismo con alguna que otra modelo. ¿Ella habrá estado con alguien? De haberlo hecho me haría enojar mucho pero sería bastante hipócrita de mi parte.

—Camila estos últimos meses estuvo muy intensa con el tema de volver. Ese día fue porque los chicos se estaban quedando conmigo y Vicky volaba de fiebre. — Le doy un largo trago al vaso. — Y coincidió justo que los papeles del divorcio llegaron. Por eso la llamé.

—Hablen antes de que todo se ponga más tenso. No dejes que hayan más malentendidos si realmente te importa ella. — Ángel siempre suele ser más maduro cuando da un consejo. Es quien más experiencia tiene y lo demuestra en su matrimonio.

Últimamente no me estaba sintiendo bien en ningún aspecto de la vida. Camila rompiéndome las pelotas, no poder tener a mis hijos siempre conmigo, volver al PSG donde claramente no era bienvenido. Físicamente no estaba bien, no rendía cuando me ponían a jugar, cosa que tampoco hacían nunca. Tambien habia bajado de peso. Necesitaba empezar a acomodar todo y creo que Isabella era lo primero en la lista y lo que más quería ahora mismo. El resto era más que nada negociar entre clubes y ver la mejor opción para mí. Me había costado que Camila firmara los papeles pero por suerte ya era un peso menos el que tenía.

Quedate - Leandro Paredes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora