Nanno
No estoy segura de cuánto tiempo me quedé apoyada en el marco de la puerta, mirando a la nada. El inesperado encuentro con Nanai me había sacudido hasta el fondo y tenía todo un caos de emociones en la cabeza.
Respiré hondo varias veces para tranquilizarme. No debía permitir que cosas así me afecten a ese nivel. Eso me haría perder la concentración que ya había disminuido bastante por varios factores externos.
Suspiré al recordar que en mi sala de estar aún tenía un asunto del que ocuparme.
Un asunto bastante inteligente, a decir verdad.
No había gritado por ayuda, algo que era crucial en ese momento.
Si lo hubiera hecho, Nanai habría descubierto que he cogido prestada a una persona y dudo que se lo hubiera tomado con calma.
Cerré la puerta y regresé a la sala de estar.
Por suerte, Waan seguía en su silla y me miraba, expectante.
Arqueé una ceja.
¿De verdad esperaba que le contara quién era mi visitante?
Me senté en el sofá para que estuviéramos cara a cara. No me había olvidado de en qué punto habíamos dejado el interrogatorio y pensaba sacarle toda la información posible sobre ese tema.
—Antes de que nos interrumpieran —me acomodé en mi sitio—, tú me ibas a contar más sobre «La chica nueva».
—No, no lo iba a hacer —me recordó Waan.
—Pues lo harás ahora. —Me crucé de brazos y esperé.
Ella hizo un par de círculos con su cabeza, revelando que estaba pensando qué decirme exactamente. Me miró y dijo:
—Cuando me enteré de tu inactividad en redes sociales, supuse que ocultabas algo. Gun me dijo que lo dejara estar. Sus palabras exactas fueron «Waan, eres una chica muy lista, pero a la hora de hacerte la detective empiezas a inventarte teorías de conspiración y a hacer tonterías». —Ella soltó una risa sin querer.
Yo levanté las cejas, señal de que quería que continuara. Ella suspiró y reanudó la historia.
—Yo no le hice caso y empecé a investigar. Así fue como llegué a noticias de cosas extrañas que han ocurrido en institutos. Al indagar aún más, averigüé que tú estabas relacionada con todos los casos. Creí que podría estar llegando hasta algo gordo, por lo que decidí compartir mi investigación con el mundo. —Ella se removió en la silla, nerviosa.
—¿Y has logrado recopilar tantísima información en menos de tres semanas? —pregunté, dudosa.
—Soy buena a la hora de investigar — Waan se encogió de hombros.
Era buena mintiendo, era buena en no ofender, era buena en indagar en las vidas ajenas, era buena en ser buena persona. ¿Había algo en lo que no fuera buena?
Me di cuenta de lo preocupada que estaba cuando una perla de sudor resbaló por mi mejilla, alcanzó mi barbilla y se suicidó, dejándose caer al suelo.
Al parecer, Waan no se sintió cómoda con el silencio, por lo que preguntó:
—¿Puedo saber qué piensas hacer conmigo? ¿Tengo que prepararme para una tortura china o algo por el estilo?
Me levanté de mi sitio y me fui a mirar por la ventana sin obrar palabra. La ciudad parecía estar alborotada e inquieta, al igual que yo.
No tenía ni idea de qué hacer con Waan.
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Sombras del pasado
FanfictionCuando la enigmática Nanno regresa inexplicablemente a la vida, se ve obligada a enfrentarse a un pasado que creía olvidado. Debe plantarles cara a sus antiguas adversarias, Yuri y Junko, privada de sus poderes místicos y con una tapadera en el mund...