Cap. 27: Chica nueva a la venta

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Waan

Intentaba superar el octavo nivel de un juego estúpido que había descargado para pasar el tiempo entre clases. Lo que de verdad quería era repasar mis apuntes para estar más preparada para la siguiente clase, pero varios de mis compañeros los estaban copiando, por lo que no tenía acceso a ellos.

Una notificación invadió mi pantalla, lo que causó que yo perdiese la partida. Murmuré algo entre dientes que ni yo recuerdo y respiré hondo varias veces, sabiendo que no me podía permitir convertirme en una de esas personas que se vuelven locas por un simple juego.

Paz y harmonía, Waan, paz y harmonía.

Sé que ese pensamiento no es de lo más brillante, pero siempre me ayudaba a tranquilizarme. Desde pequeña, cada vez que me sentía nerviosa o estresada, esa frase se cruzaba por mi mente y se expandía hasta invadir todos mis pensamientos.

Cuando recuperé la compostura, abrí la notificación.

Me había escrito un número desconocido. Iba a bloquearlo sin ni siquiera leer el mensaje, porque mis padres me habían dicho muchas veces que a mi edad nadie que yo no conociera debería tener motivos para buscarme.

Pero sentí curiosidad. Tomé la sabia decisión de leer el mensaje primero y después pensar en qué hacer.

¡Hola! Tú eres la que maneja «La chica nueva» en Twitter, ¿verdad? Soy una gran fan y me fascina tu investigación. Mi historia favorita es del chico que queda embarazado misteriosamente. A lo que iba, me gustaría comprarte la cuenta. Te ofrezco 18 300 bahts por ella, ¿te parece un precio razonable?

¿18 300 bahts?

¿Razonable?

¡Me parecía de locos!

¡Eso era toda una fortuna!

Desde que Nanno me había contado quién se escondía de verdad tras la apariencia de una hermosa colegiala inocente, había dejado de mantener La chica nueva por puro sentido común. Seguir escarbando en su pasado e informar a la gente sobre mis hazañas era tan solo complicarle las cosas, por lo que había decidido abandonar la cuenta y tal vez incluso borrarla algún día.

Pero ¿quién podría mostrar tanto interés en mi proyecto?

Creí que, en lugar de preguntármelo a mí misma, se lo podía preguntar directamente al desconocido.

Hola. Antes de nada, ¿podrías decirme quién eres?

No esperaba una respuesta inmediata, pero diez segundos más tarde ya tenía un nuevo mensaje en mi bandeja de entrada.

¿De verdad no me recuerdas? Yo soy quien te dio la información inicial que te hizo empezar a sospechar de la tal Nanno.

¿La chica del lazo rojo?

Oh.

No creía que volvería a saber de ella.

Iba a contestarle, pero dentro de mi cabeza dos recuerdos completamente diferentes se conectaron de alguna forma. De vez en cuando me pasaba, pero era incapaz de decir por qué. Podría ser por mis aspiraciones a detective privada. Las primeras veces que me ocurrió simplemente lo ignoré, algo que poco después resultó ser un error. Desde entonces había aprendido a fiarme de mi instinto.

Esa vez mi cerebro había conectado a la chica del lazo rojo con la loca que intentaba convertir a los humanos en inmortales poderosos y hacer del mundo un lugar caótico.

Mi instinto me decía que estaban relacionadas.

Sin embargo, era mejor pensar las cosas bien antes de hacer o decir alguna tontería.

Sombras del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora