Sakura Haruno siempre se le fue considerada débil y por no venir de un clan prestigioso por eso le hacían bullying, le pegaban, la insultaba etc.
y todo eso cambia cuando los demás novatos hacen que la destierren de la aldea generando disgusto a la...
Christa se encontraba sentada esperando a su hijo, y al que, al parecer era su novio en un café, quería conocer al chico que le había robado el corazón a su hijo.
Cordelia, Beatrix y Yui se encontraban en la otra acera de la que estaba Christa esperando a Subaru, expectantes a lo que pasaría. Al cabo de unos dos minutos llegaron Kou y Subaru donde Christa, ella se levantó y abrazo a su hijo y estrecho la mano con su novio para después sentarse los tres.
Yui: ¿Exactamente para que los llamo?
Beatrix: Mamá protectora.
Cordelia: Cuando tu esposo no esta presente ni en cuerpo ni en alma, asumes ambos papeles, Yui.
Yui: Ya... ¿Y que haremos nosotras?
Beatrix: Espiar como buenas chismosas que somos.
Ambas vampiras chocaron las manos.
Yui: ¿Y por que tengo que estar aquí?
Cordelia: Para tener tu primer acercamiento después de tu supuesto suicidio con los vampiros.
Yui: ¿No me bastaba con Subaru y Kanato?
Beatrix: Tarde o temprano, tendremos que romper el hechizo en nuestros hijos, e inevitablemente tendrás que interactuar con ellos.
Yui: ¿Necesidad?
Cordelia: ¿Somos tus tutoras? - Sonrió.
Beatrix: Al parecer Kou esta nervioso.
Cordelia: Christa lo debió de intimidar. Yo le hubiera dicho que su música apesta.
Yui: Eso sería muy cruel de tu parte. ¿Algo más por lo que estamos aquí?
Beatrix: Para lamentarnos que Beatrix y yo somos unas solteronas, y tu al ritmo que vas... Vas a serlo también...
Yui alzó una ceja viendo a Cordelia por el ojo.
Yui: ¿Quieres hablar de algo?
Cordelia: Claro que no...
Una lagrima traicionera rodó por el rostro de la pelimorada preocupando al hada del aire.
Yui: ¿Estas bien?
Cordelia: Si... Es solo que, Subaru es mucho más joven que nosotras, posiblemente ese chico sea una pareja estable para el, y yo soy una puta.
Beatrix: Somos. Somos unas putas solteronas, a nada de cumplir cuarenta, mis hijos me detestan, odio mi trabajo, a la clase 903, y a la mitad de mis compañeros.
Cordelia: Yo tengo un empleo estable, pero, todo el mundo se quiere acostar conmigo, mis hijos me odian, estoy gorda, y un oficial de policía de un rango inferior al mío no me presta atención pero sabe que me gusta.
Beatrix: Y encuentras consuelo en el alcohol, el sexo, fumar y consumir éxtasis de vez en cuando.
Yui: ¿!Ustedes se drogan¡?
Cordelia: También Christa.
Beatrix: A lo que vamos es... Que no desperdicies tu juventud, porque luego te arrepientes.
Cordelia: Porque si no, vas a terminar siendo una puta depresiva, gorda. - Dijo señalandose a ella misma. - Odiando tu empleo. - señalando a Beatrix.- Y con problemas legales. - señalando finalmente a Christa.
Hubo un silencio por unos minutos, que se rompió por los llantos de Cordelia y Beatrix, las cuales se levantaron junto a Yui de aquella mesa para irse a Alfea llamando la atención de Christa.
Christa: (Sentimentales.)
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