JARRÓN

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Años atrás.

Querido diario, me presento.

Soy Emmy.

¿Te acuerdas la historia del jarrón?

Yo si. Parece que no ha pasado tanto, pero en realidad es mucho tiempo que vivo con mi padre. Mi llegada a su vida me daba miedo, no mentiré.

Pero cuando toque aquella puerta no solo me encontré con esos ojos mieles que tanto extrañe ver, sino que no dudo en abrazarme  en cuando abrió esa puerta.

Evite las preguntas, ya que al no hacerlo sucederían varias cosas que no deseo que nunca pasen.

—¿Cómo llegaste aquí cariño? —me pregunto. Su casa no era tan grande como la de mi madre, era una muy pequeña de dos habitaciones, una cocina, y un baño. Aunque era poco lo que el poseía era grande su ofrecimiento.

Me dió una taza de chocolate con un rico pan con mermelada de fresa.

— ¿Podría vivir contigo para siempre papi? —esquive su pregunta— Por fis. —suplique.

Se me quedó viendo por un buen tiempo, dudando.

—¿Y tú mamá?

— Ella me dió permiso —mentí— La iré a visitar. —miento de nuevo.

El chocolate estaba calientito Diario. El mejor chocolate de mi vida.

Cuando lo termine papá me dió más. ¡Y con otro pan!

— De acuerdo. —dejo la taza y el pan encima de la mesa y me tiré a sus brazos.

— Nunca debiste dejarme con mamá, papá —susurro tan bajo.

Siempre tuve que haberme quedado con el.

— Bueno princesa, es hora de ir a dormir —dijo levantándose— ¿Tienes escuela? —niego— ¿Vas a la escuela?

— Ya nop.

— Bien. Mañana iremos a inscribirte a una. —asiento— pero después de ir al partido de voley.

—¿Voley?

— Ajá. Es divertido, ya te enseñare de que se trata. —me sonríe.

Me hizo una cama improvisada. Arreglo un cuarto solo para mi y el día siguiente compro todo lo necesario para que me sintiera cómoda.

Papá nunca pregunto nada, diario. No sé porque no lo hizo, simplemente me dejó entrar a su vida de nuevo sin tener miedo.

Y me gustaba sentirme a salvó. No tenía miedo en las noches, de lo contrario se convirtieron en mis favoritas.

Con canciones, noches de pelis y cuántos hasta los catorce.

Mis cumpleaños fueron los mejores, sin decir mis quinces, hizo lo posible para que tenerla una fiesta.

Aunque vivir con el fue lo mejor de todo, hubieron casos que se me escaparon de las manos.

Dereck entro en mi vida por mi culpa. Y sigue siendo parte de ella, en silencio.

Favores se pagan con favores. El caso aquí esque nunca se pagan. Soy parte del grupo junto a ellos.

El jarrón salió de aquel están reparado, para meterse en uno peor. El lado bueno, estaba vez nadie lo puede tocar.

Nota:

:)

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