❝Planta marchita❞
Sostuve el collar entre mis dedos con fuerza durante toda la noche. Las cosas habían quedado incómodas entre nosotros y para cuando desperté, luego de haber estado mucho tiempo intentando conciliar el sueño, Jungkook ya se había marchado.
No había hecho ruido, ni siquiera lo había sentido.
Observé su cama hecha sin hallar ningún rastro de él. Las mantas estaban frías, dejándome en claro que se había marchado ya hace un rato. No lo culpaba por su actuar, había arruinado todo el día anterior, seguramente había sido el peor cumpleaños y todo por mis acciones. Me sentí inmensamente triste al ver que estaba sola cuando recién estaba empezando el día. Ya me había acostumbrado a su presencia, a desayunar juntos y luego marcharnos a trabajar.
Saqué ropa para ponerme sin tener mucho ánimo. ¿Qué podía hacer para solucionar las cosas? No me iba a ir de su lado, eso era seguro. No estaba dispuesta a irme por mucho que las cosas estuvieran mal. Se me ocurrió que podría hacer algo delicioso para cenar, al menos de esa forma podría ganar su estómago para que cambiara su idea sobre que lo mejor era separarnos.
Tras comer algo, ordené todo y salí del lugar dejando bien cerrada la puerta principal. Nunca me iba a dejar de sorprender que tuviéramos un lugar tan bonito, de seguro hasta para los vecinos era llamativo.
—Buenos días —saludé a dos señoras que me encontré en el camino hacia la tiendita de la señora Kim. Iba a ver si la podía ayudar en algo, pues necesitaba tener mi cabeza ocupada en algo más.
Al llegar, ya tenía abierto. Era una mujer muy esforzada y lo demostraba con su tienda. Sin importar que fueran días buenos o malos, siempre tenía abierto. Y lo entendía, aunque cayera un poco, era mejor que cayera a que no cayera nada.
Cuando me vio entrar, me dio una tierna sonrisa. Después de Jungkook grande, era una de las personas que más veía y agradecía que fuera amable conmigo. En mi situación, llevarme bien con alguien más me dejaba más tranquila.
—¡Sunbin! Qué bueno que llegas. Tengo que ir a buscar unas hierbas y algo de mercancía, ¿crees que te podrías quedar un rato cuidando el lugar?
Su pregunta me sorprendió. Yo era más de los mandados, no de una responsabilidad tan grande como lo era el encargarme del lugar.
—Si quiere puedo ir a buscar las hierbas... Cuidar del lugar es más difícil.
Además, tampoco es que fuéramos de total confianza. ¿Cómo me podía dejar a cargo corriendo el riesgo de que pudiera robarle o algo similar? Claro que no lo iba a hacer, pero era una posibilidad.
—No te preocupes, hija. A esta hora no hay mucho movimiento y cada cosa tiene su precio —su tono fue bastante dulce—. Por lo demás... Siempre hago un inventario de lo que tengo. Además, eres una buena chica, así que no me preocupa que te quedes a cargo, sé que no harás nada malo. Puedes quedarte bordando, hay mucho tiempo libre.
Qué confiara en mí me hizo sentir halagada, pero también pensé en que tal vez tenía prisa en ir y por lo mismo no tenía mucho tiempo para convencerme, así que al final terminé aceptando. Me senté en una vieja silla viendo cómo se marchaba, quedando así solo en compañía de un montón de pequeñas plantas y hierbas medicinales.
Por un momento pensé en preguntarle sobre Jungkook y el collar, pero opté por buscar los materiales necesarios para bordar algo. Después de todo, tras vender los bordados ella ganaba al no tener que trabajar más y yo recibía un par de monedas. Las dos salíamos ganando.
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❥Faldas blancas y ojos tapados ⁀⋱‿ ♡▕Jυɲʛƙơơƙ▏
Fanfiction"Y entonces... al cumplir los dieciocho años las chicas teníamos que ingresar a la habitación de «Padre» y elevar nuestras faldas blancas mientras nuestros ojos permanecían tapados". *** Sunbin ha teni...