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❛Tres rondas de hold'em❜
Eran siete de la tarde, en la Sala Común de Slytherin y sentados frente a la chimenea se encontraban Vincent, Aleksei, Demian, Daphne, Arian y Chai. Todos con ropa informal y algunos con partes del pijama.
Arian llevaba los pantalones del pijama que eran morados y un sweater negro que le había sacado a Demian, Daphne iba exactamente igual, con la diferencia del color de los pantalones del pijama.
Chai dormía en las piernas de Aleksei, quien no dejaba de acariciar su pelaje.
──Debes formar quintetos con tus cartas y tres de las comunes, puede ser una escalera real, un póker, un full house, una pareja un trío, un grupo de color o cualquier otra cosa── Demian explicó a Vincent mientras repartía las cartas──. Lo importante del Hold'Em son las fichas que apuestes. Puedes retirarte, pasar y subir la apuesta.
Arian fue la única que no recibió cartas, pues tenía la vista pegada en la portada del profeta, era la segunda edición que recibía, pues ya era el segundo día de clases del año.
En la primera hoja salía su abuelo con una gran sonrisa, posaba exactamente igual al día anterior, con la diferencia del fondo, pues en este aparecía el Ministro de Magia: Cornelius Fudge con una expresión malhumorada.
Abajo, salía el titular en mayúsculas, por la bajada, Arian infirió que sería un texto de alabanza a su abuelo.
SIR DONALD LANGDON TRIUNFA EN SEGUNDO CONGRESO DE SEGURIDAD
Durante la mañana de esta jornada ocurrió la segunda sesión del Congreso de Seguridad que exigió la población mágica del Reino Unido.
Sir Donald Langdon, el presidente de la Fundación Seguridad Mágica para Todos, ha enfrentado al Wizengamot en una segunda sesión que se extendió por cuatro horas. Además de los miembros de la Junta de la Ley Mágica, se presentaron los jefes de cada departamento y el propio ministro de magia.
Nuestra enviada, Amanda Scarlet, comenta que el discurso de Langdon fue soberbio y que logró increpar increíblemente a todos los encargados de seguridad del ministerio. En este exigió una ley de transparencia que permitiera una rápida respuesta de las autoridades ante toda catástrofe o incidente.
La demanda fue aprobada con 57 votos a favor y 3 en contra, lográndose así más de los dos tercios exigidos por la ley.
Arian cambió la página y aprovechó de alzar la vista, notó que sus amigos iban en la tercera ronda y apenas comenzaban a lanzar las ciegas.
Volvió su vista al periódico.
MÁS ERRORES EN EL MINISTERIO DE MAGIA
Parece que los problemas del Ministerio de Magia no se acaban, escribe Rita Skeeter, nuestra enviada especial. Muy cuestionados últimamente por la falta de seguridad evidenciada en los Mundiales de quidditch, y aún incapaces de explicar la desaparición de una de sus brujas, los funcionarios del Ministerio se vieron inmersos ayer en otra situación embarazosa a causa de la actuación de Arnold Weasley, del Departamento Contra el Uso Incorrecto de los Objetos Muggles.
Arnold Weasley, que hace dos años fue castigado por la posesión de un coche volador, se vio ayer envuelto en una pelea con varios guardadores de la ley muggles (llamados «policías») a propósito de ciertos contenedores de basura muy agresivos. Parece que el señor Weasley acudió raudo en ayuda de Ojoloco Moody, el anciano ex auror que abandonó el Ministerio cuando dejó de distinguir entre un apretón de manos y un intento de asesinato. No es extraño que, habiéndose personado en la muy protegida casa del señor Moody, el señor Weasley hallara que su dueño, una vez más, había hecho saltar una falsa alarma. El señor Weasley no tuvo otro remedio que modificar varias memorias antes de escapar de la policía, pero rehusó explicar a El Profeta por qué había comprometido al Ministerio en un incidente tan poco digno y con tantas posibilidades de resultar muy embarazoso.
──¡Merlín!── Demian exclamó cuando Daphne hizo una escalera real en el showdown. La rubia sonrió con satisfacción mientras se llevaba las fichas.
Vincent soltó sus cartas y estas cayeron boca arriba en el suelo.
──No entiendo la gracia del juego── el francés se sinceró.
──Ninguno de nosotros la entendió, al principio, claro── Daphne le respondió contando sus fichas──. Hasta que ganas.
──¿Ganar qué? No estamos jugando con dinero── Aleksei intervino mientras seguía acariciando a Chai.
──Cuando tu familia tiene tanto dinero, ya deja de importar una victoria influenciada. Lo único que sabe bien es la victoria por tus méritos, irás tomándole el gusto, Vinnie── Daphne le sonrió.
──Supongo que tienes razón── Delacour asintió──. Vamos por otra ronda. Hasta tomarle el gusto.
Arian aprovechó para subir a su habitación y bajar con la cámara de su mejor amiga, recordó el paquete que le había entregado su abuelo y que no había abierto, aún.
Bajó con rapidez las escaleras y volvió con sus amigos, quiénes posaron para algunas fotos al tiempo que seguían jugando póker.
──¿Y eso?── cuestionó Demian justo después de ganar, apuntaba al paquete.
──Me lo dió mi abuelo, dijo que no podía abrirlo hasta llegar a Hogwarts── Arian abrió la parte de arriba, apenas sus amigos dijeron una frase que se esperaba «¡vamos!».
De la bolsa de papel sacó una caja rosada, al abrirla se encontró con una nota que solo podía haber sido escrita por Donald.
Las vas a usar más adelante, Ari. Que estés muy bien. Te quiero mucho.
De la caja sacó un par de zapatos pointe de color azul que llegaba a parecer morado, la tela que recubría la estructura era muy delgada, se atrevía a apostar que era seda.
Aprovechó de probárselos, le quedaban perfectos. Caminó unos pasos con ellos hasta que notó que dejaban una estela azul y morada con brillos al pasar, como una galaxia.
──¡Son hermosos!── Daphne sonrió con todos sus dientes.
Ocurrió la tercera ronda de póker, con Daphne y Arian apoyadas en el borde del sillón ubicado frente a la chimenea.
Eran algo así como las ocho y media de la noche, Demian se había escabullido hasta las cocinas y había traído cinco donas glaseadas.
──¿Qué opinan del Torneo de los Tres Magos?── Arian cuestionó justo después de terminar de masticar un bocado de la dona.
──Que no quiero encontrarme con más compañeros de mi escuela── Vincent rió──. Vine a Hogwarts para tomarme un descanso de ellos.
──Eso mismo── Aleksei secundó──. Un mes no es suficiente para desintoxicarme de Durmstrang y sus artes oscuras.
