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❛Caminando en un Mundo Maravilloso Invernal❜
Navidad era, ciertamente (y con creces) la festividad favorita de Arian, adoraba cada día de la cuenta regresiva hasta llegar a su víspera y una vez allí, nadie era capaz de quitarle la gran sonrisa de su rostro.
Cada 23 de Diciembre iba con su familia a ver el cascanueces al Royal Opera House, excepto por aquella vez que interpretó a Clara Stahlbaum cuando era pequeña. Era su tradición favorita y este año, incluso cuando no iba a pasar la navidad con sus padres, estos se las arreglaron para sacarla de Hogwarts por unas horas y así ir a ver el ballet.
También habían intentado llevar a Aidan y a April, mas solo pudieron conseguir excusar a April fuera de Durmstrang, en Mahutokoro les negaron la salida de Aidan.
──Podrías teñirte pelirroja, Avellana── April sugirió cuando se encontraban en fila de acceso a los palcos del teatro, llevaba un traje verde oscuro con un par de botas de cuero──. Te quedaría bien.
Avelline, quién acababa de teñirse rubia, le sonrió con sus ojos cerrados.
──Voy a pensarlo── replicó llevando sus ojos al cielo, estaba nublado y no parecía que fuera a despejar. Ella había decidido llevar un conjunto blanco de falda y chaqueta junto a un tocado de malla──. Creo que no es una mala idea── dijo después de unos minutos.
──¡Whisky!── Arian llevaba un tiempo perdida en su mundo, tomándole fotos a todo el lugar, aunque ya lo conociese hasta sus bastidores y como la palma de su mano. Sus padres fueron los siguientes en ser fotografiados, con el tiempo, el código de vestimenta del teatro se había relajado, pasando de etiqueta negra a un formal cómodo y elegante, a Arian no le molestaba, pero sentía que se había perdido ese toque tan brillante de aquellas noches. John llevaba un traje de tweed rojo sangre con una corbata negra, Grace, por su parte llevaba un vestido también rojo con mangas largas y un cinturón de cuero y hebilla dorada.
La muchacha se preguntaba si su madre no tenía frío, Londres estaba bajo nieve y vientos invernales.
──¿No quieres que te tome una foto, Ari?── su padre sugirió. Ella le sonrió y le entregó la cámara──. ¡Sonríe!
Extrañamente, no le había costado elegir su ropa para ese día, optó por una falda negra y una blusa del mismo color con brillos dorados, encima se puso una larga chaqueta café con unas botas que le combinaban.
La fila avanzó más rápido de lo que lo había hecho otros años, probablemente, porque habían llegado más temprano de lo que solían hacerlo.
──Sus entradas, por favor.
La mano de John se escabulló hasta el bolsillo interior de la chaqueta del que sacó cinco grandes boletos cuyo aspecto metalizado los hizo brillar ante la cálida luz del lugar.
