¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
❛Maldiciones Imperdonables❜
Arian nunca había entendido el rencor entre los miembros de Slytherin y Gryffindor, era un odio completamente innecesario e infundado, tan ridículo y aún así lograba llegar a algunos profesores, como Snape. Que durante el verano parecía haber acumulado rencor en cantidades nunca antes conocidas, castigó a Neville Longbottom a quedarse después de clase. Al final del castigo, Neville sufrió un colapso nervioso, porque el profesor Snape lo había obligado a destripar un barril de sapos cornudos.
Ella no se lo había pensado dos veces cuando partió a consolar al muchacho e intentar enseñarle un hechizo para que se quitara la mugre.
Hermione Granger, una Gryffindor y miembro de la misma casa que Neville, se acercó a ayudarlo. Se habrían mirado extrañadas de no ser porque ya se conocían por un trabajo de transformaciones que hicieron a inicios de segundo año.
──Tú sabes por qué Snape está de tan mal humor, ¿verdad?── dijo Daphne a Demian, mientras observaban cómo Arian abrazaba a Neville en un intento de que se relajara.
──Sí -respondió Demian──. Por Moody.
Era comúnmente sabido que Snape ansiaba el puesto de profesor de Artes Oscuras, y era el cuarto año consecutivo que se le escapaba de las manos. Snape había odiado a los anteriores titulares de la asignatura y nunca se había esforzado en disimularlo. No obstante, parecía especialmente cauteloso a la hora de mostrar cualquier indicio patente de animosidad contra Ojoloco Moody. Desde luego, cada vez que los veían juntos (a la hora de las comidas, o cuando coincidían en los corredores), se llevaba la clara impresión de que Snape rehuía los ojos de Moody, tanto el mágico como el normal.
──Me parece que Snape le tiene algo de miedo, ¿no crees?──dijo Demian, pensativo.
──Todos le tenemos algo de temor── intervino Vincent──. Moody es un hombre extraño.
──Bastante── Aleksei complementó.
──¿Te imaginas que Moody convierte a Snape en un sapo cornudo── dijo Daphne──, ¿y lo hace botar por toda la mazmorra? Pagaría por ver eso.
Acababan de terminar de almorzar y se encaminaban hacia el aula de Defensa Contra las Artes Oscuras, hasta que Arian hizo que se detuvieran, algo que Aleksei y Vincent agradecían porque aún no entendían como ese grupo era capaz de caminar tan rápido.
──Avísame si necesitas algo, Neville── Arian le dedicó una gran sonrisa y una mirada preocupada al muchacho, quién no pudo evitar pensar que ella era un ángel, era común que los muchachos pensaran eso cuando la veían sonreír.
Langdon volvió con su grupo de amigos, con los que se encaminó con rapidez hacia el aula de la próxima clase.
No eran los primeros en llegar, un gran grupo de miembros de todas las casas esperaba afuera del aula.
