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❛¡Feliz Navidad, Amigos!❜
Apenas despertó, se puso su suéter navideño sobre el pijama de estrellas, se hizo una coleta en el pelo y se puso las pantuflas de monstruo.
Chai bajó tras de ella, el árbol de la sala común estaba repleto de regalos, sus amigos ya estaban abajo.
──¡Feliz Navidad!── se las arreglaron para abrazarse entre todos, luego de separarse saludaron a varios alumnos de otros cursos.
Se escabulló bajo el árbol buscando sus regalos y sacó los que les había comprado a sus amigos.
──Daph. Demi. Alek, Vinnie── les sonrió y abrazó a cada uno cuando les entregó sus regalos, estos hicieron lo mismo al entregarle los suyos── ¿Dónde está Draco?── preguntó buscándolo con la mirada entre los demás slytherin.
Al no encontrarlo renunció a su tarea de seguir buscándolo y comenzó a abrir sus regalos, mientras esperaba que aquellos que le había enviado a su familia hubieran llegado a tiempo, en especial los regalos de Aidan.
Sus padres le habían regalado una pluma nueva y tinta morada para que pudiera utilizarla, sus tíos le regalaron un par de zapatillas blancas adidas, April le envió una chaqueta de cuero echa en Bulgaria, Aidan un set de tinta china, Avelline una paleta de maquillaje azul y morado y su Abuelo un reloj de muñeca, también una nota que le avisaba que en casa le esperaba una nueva montura para Eros.
Se pasaron casi toda la mañana en la sala común de Slytherin, disfrutando de los regalos, y luego bajaron al Gran Comedor para tomar un magnífico almuerzo que incluyó al menos cien pavos y budines de Navidad, junto con montones de petardos sorpresa.
Caminando por el pasillo, Arian se encontró con Draco, a quién le entregó el pequeño presente que le había comprado, para su sorpresa, este también le había comprado algo, un libro de astronomía.
Por la tarde salieron del castillo: la nieve se hallaba tal cual había caído, salvo por los caminos abiertos por los estudiantes de Durmstrang y Beauxbatons desde sus moradas al castillo. En lugar de participar en la pelea de bolas de nieve entre sus amigos y los Weasley, Arian y Hermione prefirieron contemplarla.
──¿Crees que Harry se moleste si le doy esto?── la serpiente preguntó mientras sacaba un regalo de envoltura con un patrón escocés, verde y rojo, decorado con una cinta dorada──. No sabía que comprarle, así que me decidí por una caja de macarrones de Londres.
──No creo que le moleste en absoluto── Hermione le sonrió con ternura.
──También te compré esto. A ti── sacó una segunda caja, idéntica a la anterior──. Son los mismos macarrones.
──Gracias── Granger besó su mejilla.
A las cinco anunciaron que volvían al castillo para prepararse para el baile.
