XV

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De ahí en adelante la situación no hizo más que empeorar. Al menos, para ___ y Rantaro, así se veían las cosas. Pasaron, lentamente, de verse unas cuantas veces al día, a solo comunicarse a través de mensajes. Y en poco tiempo esas pláticas por mensajes pasaron a ser apenas uno o dos textos al día. Lo que antes consideraba comprensión comenzó a parecer más una carga que una virtud para ella. Y lo más molesto de todo ello era el hecho de que los rumores que escuchaba a diario solo empeoraba su estado anímico y le llevaban a sobrepensar las cosas. Es decir, ¿quién puede culparla? Si otra persona escuchase de terceras voces que su pareja invierte su tiempo con otro ser humano al que la gente del entorno considera "superior" en todos los aspectos, eventualmente comienza a pensar en cada defecto que le hacen ver inferior al punto de consumir su autoestima lentamente y dejarse llevar por esos rumores como un método de compensación a su malestar. Fingir que no importa y que no hay nada ahí para no sumirse en depresión. ¿Qué tan difícil era? ___ había invertido años de su vida subiendo de nivel esa habilidad, caminar por los pasillos como si fuese un cáscara vacía y ajena a todos era algo que se le daba muy bien, aunque se estuviese muriendo por dentro.

Kaede y Miu comenzaban a preocuparse, después de todo, eran de las pocas personas que le conocían por suficiente para saber lo mucho que le afectaba la opinión ajena a la peli___. Aunque Kaede seguía siendo más ignorante, Miu comenzaba a cabrearse ante el descaro de la "oh, tan clamada" Hiyoko. Sabía bien porque estaba haciendo, sabía que disfrutaba de tener a todos girando en la palma de su mano, ajenos a todo y cegados por la gran oportunidad de trabar buenas migas con alguien con un nombre que resonaba en todas partes. Y Hiyoko estaba jugando descaradamente con sus cartas para meterse en medio de una relación por su propio egoísmo. Tuvo sus sospechas y estás se vieron confirmadas cuando la nueva revista de la editorial que trabajaba para la agencia de la modelo juvenil fue publicada. Aquel cuestionario donde expuso evidente y descaradamente su interés romántico por su "compañero de trabajo" lo había dejado más que claro. Pero las cosas no se detendrían ahí, aparentemente.

-Por eso te digo, tenemos que ir, Miu. A este paso los cupones no servirán de nada. _chilló Kaede, mirando aquellos trozos de papel en sus manos. Miu suspiró pesadamente, sabiendo que su compañera no podía vivir sin atracarse de postres cada semana. Ya hasta le sorprendía que no ganase peso_ Pero últimamente ___ no se une a nuestras salidas... Me pregunto qué le pasa.

-¿No sería más sencillo si le preguntases directamente?

-¿Estás loca? ¿Y si meto la pata y solo le hago sentir peor?

-Buen punto.

-Y Kaito es otro ignorante más que ha dejado de unirse al grupo. Desde que Rantaro ha comenzado a trabajar con Yoko el grupo se ha comenzado a separar lentamente. No me gusta esto.

-¿Acabas de decir directamente que Hiyoko es el problema? _cuestionó con burla la de ojos celestes, a lo que Kaede se tensó y balbuceó incoherencias antes de poder hablar normalmente_

-No tanto como para decir que es su culpa, pero... En cierto modo... No sé cómo decir esto.

-Kaede, si lo vas a decir, hazlo sin rodeos. A estas alturas ya creía que ibas a ser más consciente de que esa señorita modelo está logrando lo que quiere.

-Pero Miu... No tenemos pruebas para acusarle así.

-¿Quieres pruebas? ¡¿Quieres una maldita prueba?! ¡Con gusto te doy una! _exclamó, histérica_

Miu arrastró a Kaede con ella por los pasillos aprovechando la hora de estudio independiente que estaba en curso actualmente. Kaede no tenía la menor idea de a dónde le estaba llevando, pero si le iba a dar la tan mentada prueba, con gusto iba con ella. La verdad era que no quería culpar directamente a Hiyoko, ella era demasiado buena persona para su propio bien, por ello requería un golpe de realidad lo suficientemente fuerte como para tener el valor de cargar la culpa en las acciones de otra persona. Miu se detuvo cuando alcanzó las escaleras, y llevó su dedo índice frente a sus labios en una señal de que su amiga guardase silencio. Kaede asintió y pronto siguió a Miu escaleras arriba. Llegaron a la azotea, donde un par de chicas charlaban animadamente.

Love me like you do [Rantaro Amami x fem!reader] ©RoseSanae55Donde viven las historias. Descúbrelo ahora