La mañana era lluviosa. Las temporadas húmedas habían terminado, pero curiosamente, ese día pareciera que el cielo iba a caerse.
—Tuvo una crisis de ansiedad hace unos minutos atrás y tuvimos que sedarlo.
—¿Está dormido?
—No, sólo está en un estado somnoliento, de hecho ahora tiene visitas.
Hyunjin alzó la ceja, curioso. Se suponía que ese día él iba a estar al pendiente de la rubia y su amigo. La señora Yang no estaría en la ciudad un par de días y Felix tenía una junta en la empresa. Por eso, saber que Jeongin tenía visitas lo dejó pensativo, así que simplemente agradeció a Lia, que le acompañó hasta la puerta y se adentró a la habitación sin ella. Sus pasos fueron cuidadosos apenas entró. Lo primero que notaron sus ojos, fue la bolsa costosa dejada de manera despreocupada sobre la mesa. Los murmullos dejaron al descubierto una voz dulce y un tanto chillona e irritante para él. Tuvo que morderse la lengua y tragarse sus quejas cuando vio a Jeongin recostado en los muslos de Yuna, mientras ésta le pasaba los dedos por el cabello, haciéndolo dormitar.
—¡Oh!, ¡Hyunjin, cielo, qué alegría verte!
La frente del nombrado se arrugó. Se paró frente a la cama y dobló sus brazos sobre su pecho, aguantando las ganas de tomarla de los cabellos, para sacarla de ahí.
—¿Qué mierda estás haciendo aquí? No apareciste en meses, ni siquiera cuando estaba peor.
—Estaba ocupada —rodó los ojos—. Tengo que arreglar mis asuntos en la empresa para que mi prometido tenga la buena vida que quiere su madre para él.
—Jeongin no va a casarse contigo, no lo hará porque tiene una novia a la cual ama y...
—¿La chica de la otra habitación? —se burló—. En cualquier momento puede terminar muriendo, además, Jeongin va a arriesgar su vida si decide esperar a que la moribunda despierte, no puedo dejar que pase, tengo una promesa con su madre.
—Respeta a _____, maldita víbora.
La contraria sonrió brillante, volviendo a concentrarse en las caricias hacia el menor en su cabello. Estaba amando con demasía, la manera en la que estaba siendo asesinada con esa mirada por parte de Hyunjin. No le daba miedo, por más que sus iris se tornaran oscuros y amenazantes, Yuna nunca iba a sentir que las piernas le flaquearan con Hyunjin cerca de ella, así que continuó.
—La linda enfermera me dijo que darán de alta a Jeongin en una semana, lo he pensado bien, así que espero que puedas alegrarnos la velada de nuestra boda el fin del mes —anunció con la sonrisa más grande.
—¿Por qué tanta prisa?, ¿le temes a algo?
—No te importa —escupió—. Tan sólo muestra tu maldita y estúpida cara en la recepción, no quiero que mi esposo la pase mal porque su mejor amigo no se presentó.
—Sobre mi cadáver, maldita bruja de mierda —masculló—. No sé qué es, pero te aseguro que voy a descubrir tu maldito oscuro secretito.
—¿Me amenazas a mí, imbecil? Te recuerdo que tú fuiste cómplice aquel día, Jeongin y tú tienen muchísimo que perder, sería una pena que su vida se arruine por completo a su corta edad.
Los nudillos de Hyunjin relucieron blancos en un par de puños. Su respiración se volvió un poco tosca y los dedos le hormiguearon buscando lastimar a la chica frente a él. Verla con su amigo en un estado vulnerable le enervó, era como si el veneno de sus palabras tuvieran un sentido figurado. En sus ojos, ahí frente a él, Yuna tenía a un frágil Jeongin al que fácilmente podía arruinar en cualquier momento.
—¿Puedes largarte? Necesito pasar tiempo de calidad con mi prometido.
Por supuesto, Hyunjin no podía hacer un escándalo, pelear con Yuna por Jeongin, sólo sería un incentivo para que el mundo le vea como un mejor amigo demasiado celoso y no podía darse el lujo de dar mensajes equívocos nuevamente. Sólo por esa única vez iba a ceder, muy a regañadientes, pero lo haría.
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Be Kind || Yang Jeongin
FanfictionYang Jeongin es conocido por ser uno de los chicos más gruñones en aquella tienda de conveniencia. Dentro de todos los clientes que terminan con un mal sabor de boca, hay una chica extranjera que siempre espera al día siguiente para poder verlo de n...