Las horas parecían arrastrarse lentamente, como si el tiempo se hubiera vuelto más espeso con cada minuto que pasaba. NuNew, absorto en su trabajo, apilaba carpeta tras carpeta con meticulosidad, cada una más gruesa que la anterior. La atmósfera de la oficina era pesada, marcada por el sonido constante del papel deslizándose sobre el escritorio. Sin embargo, en un rincón, la presencia de Janis persistía, su mirada fija en él. A pesar de las súplicas de NuNew para que lo dejara trabajar en paz y en soledad, la omega se había negado rotundamente, excusándose con la alegación de que no tenía nada mejor que hacer.
NuNew suspiró de frustración y fatiga, sabiendo que su deseo de terminar en silencio no se haría realidad. Firmó el último documento con rapidez, cerrando la carpeta con un gesto de satisfacción, y la apiló junto a las demás. Tomó aire por la nariz, sintiéndose orgulloso de haber logrado terminar todo antes de que concluyera su turno. Solo quedaba una tarea pendiente: actualizar el horario de su jefe y entregar los documentos para que el alfa pudiera firmarlos. Después de eso, podría irse a casa y finalmente descansar.
-¿Ya acabaste? -La voz de Janis lo sacó de su ensimismamiento. NuNew asintió con una ligera sonrisa, pero se percató de que la omega ya se había levantado de su asiento y caminaba hacia él.
-Sí, ya terminé. Solo tengo que entregarle esto a mi jefe, luego de eso me voy. -La mujer, alzó una ceja en señal de interés y sin esperar más, se acercó al escritorio de NuNew.
-¿Quieres que los lleve yo? -preguntó con una sonrisa que reflejaba más curiosidad que un intento real de ayudar.
-No. -NuNew negó suavemente, levantándose de su silla y tomando la pila de carpetas con una mano mientras se dirigía hacia la puerta. -¿Podrías abrirme la puerta de la oficina del señor Panich?
Janis asintió con un pequeño suspiro, siguiéndolo mientras él se dirigía hacia la oficina del alfa. Al llegar, NuNew dio tres golpes a la puerta, pero antes de recibir permiso, Janis la abrió con confianza, como si fuera su propia oficina, dejando pasar al omega.
Dentro, Zeepruk estaba sumido en sus propios pensamientos, leyendo y firmando documentos. Cuando escuchó la puerta abrirse, levantó la mirada, frunciendo el ceño al ver a su hermana.
-¿Janis? ¿Qué haces en la empresa? -Su voz tenía un tono molesto, una mezcla de sorpresa y desaprobación.
Janis sonrió con suficiencia, cruzando los brazos mientras se hacía a un lado para que NuNew pudiera dejar las carpetas sobre el escritorio del alfa.
-Ver a NuNew. -La respuesta fue directa, como si fuera lo más natural del mundo.
Zee miró al omega con una ceja levantada, observando cómo dejaba los documentos en el escritorio de forma ordenada.
-¿Por qué vienes a ver a mi asistente en lugar de estar trabajando en tu propio proyecto? -su tono de voz era cortante, pero Janis no parecía inmutarse.
-NuNew es más entretenido que mis modelos. -La respuesta de Janis fue rápida, y Zee, al escucharla, simplemente rodó los ojos, exasperado por el comportamiento de su hermana.
-¿Es todo el papeleo? -preguntó Zee, sin rodeos, volviendo a su tarea de leer los documentos. NuNew asintió, con una expresión neutra.
-Sí, todo está listo. -respondió, esperando que el alfa simplemente tomara los papeles, los firmara y lo dejara ir.
-¿Los leíste y pusiste tu firma donde se me pedía? -La voz del alfa era seca, pero profesional. NuNew asintió con firmeza.
-Sí, señor. -Su voz era clara, sin lugar a dudas.
Zee asintió, mirando con desdén a la pila de papeles.
-De acuerdo. Puedes retirarte, omega. -La orden fue directa, pero no era un trato frío. NuNew, sabiendo lo que significaba esa palabra para el alfa, inclinó la cabeza en señal de respeto, haciendo una ligera reverencia.
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El favorito del jefe [ZEENUNEW] OMEGAVERSE
Hayran KurguUn omega cómo NuNew, viudo, desempleado y con una hija, nunca creyó volverse el objetivo principal del empresario más cotizado de toda Tailandia, un alfa malhumorado de 30 años, soltero y con un inexplicable odio por los niños. Zee Pruk Panich, lo q...