Capítulo 3: Una venganza un poco caliente.
Malik
¿Soy un hijo de puta por aprovecharme del momento de debilidad de Riana?
Sí y lo volvería hacer.
He deseado a Riana desde los quince años, cuando la ví por primera vez y en ese entonces ya sabía que nunca encontraría a otra mujer tan increíble como ella.
Es perfecta, desde su pelo caoba, hasta sus píes, puede ser atrevida y tímida. Se enoja cuando comen sus papas fritas y se pone feliz cuando acaricia a cualquier animal, siempre que ve una fresa se le cae una lágrima porque se acuerda de su abuelo fallecido. Ama usar medias de personajes animados y remeras con frases sarcásticas.
En resumen, es todo lo contrario a lo que se puede encontrar en la mafia, y es triste el ser consciente de que esa "inocencia" es difícil de encontrar, porque la mayoría a los catorce años ya carga con un asesinato en su consiencia.Solo la admiraba desde lejos deseando algún día poder tener algo, pero nuestros padres se volverían locos si supieran que estabamos juntos.
Fui testigo de muchos idiotas que no supieron valorarla y como quedaba destrozada. Deseaba ser otra persona para poder abrazarla y decirle lo hermosa que era.
En el momento en que vi al idiota de su novio con otra, aproveche la escusa de venganza para poder besarla.
Coloco a Riana suavemente en la cama, dejo pequeños besos y mordiscos por su cuello y busto, le bajo el vestido de a poco, sin prisas.
He esperado este momento mucho tiempo y no quiero que se termine.Suelto un gemido al verla, está acostada, con lencería negra , su pelo castaño alborotado por toda la almohada, las mejillas sonrojadas, con las piernas abiertas y sus pezones sobresaliendo del sujetador.
Sus ojos verdes como el musgo brillan con deseo.
- Eres una Diosa- le digo mientras la repaso de arriba abajo.
Su cara se torna de un rojo fuerte y solo hace que se vea aún más atractiva.
Dejo un camino de besos por su cuello hasta llegar a su sujetador, el desgarro del encaje suena en el silencio de la habitación.
-Oye, era nuevo, me tienes que comprar otro.
- Te compraré la tienda completa, no son los únicos que te voy a romper.
Suelto un gemido al ver sus pechos, tiene piercing en los pezones. Paso el dedo pulgar por su pezón derecho, hipnotizado por lo sexy que se ve.
Dejo besos y mordiscos, chupo sus pezones y giro la lengua alrededor del piercing.
Bajo poco a poco hasta su cadera, le rasgo las bragas y hundo mi cabeza chupando y lamiendo su centro.
Me agarra los mechones de cabello mientras empuja mi cabeza más cerca con un coro de gemidos de fondo.
Puedo sentir como esta cerca del orgasmo pero no sé lo permito.
Me levanto con una sonrisa descarada y me lamo los restos de sus jugos de mis labios.-Eres perfecta , Diosa.
Hoy me di cuenta de que la estuve llamando por el apodo equivocado, no es una muñeca frágil y que necesita que la protejan. Ella es una jodida Diosa con un cuerpo de infarto, con una lengua filosa capaz de destruirte en pocos segundos.
Me abro los pantalones y me saco la polla que ha estado dura desde que vi a Riana, me habría desnudado pero ya no puedo soportar un segundo más sin estar dentro de ella.
Me coloco un condón y de un fuerte golpe me introduzco en su interior hasta la empuñadura, le doy un segundo para que se acostumbre al grosor y empiezo a moverme, al principio en un ritmo lento que poco a poco voy acelerando.Me acerco a su clavícula y dejo pequeños mordiscos subiendo hasta el lóbulo de su oreja izquierda, lo chupo y muerdo, puedo sentir como Riana se estremece y suelta un sonoro gemido.
Un escalofrío recorre mi espalda y puedo sentir como de a poco voy llegando al final. Riana me aprieta la polla que lleva a que me corra tan fuerte y duro que necesito unos segundos para orientarme, coloco mi cabeza en el hueco de su hombro para estabilizar mi respiración.
Al levantar la cabeza me encuentro con sus ojos verdes brillantes y ligeramente desenfocados.
Dios, es la mujer más hermosa que ví en mi vida.
Me desnudo rápidamente para un segundo round.
- No te duermas, Diosa, ésto recién empieza.
- Algo bueno tuve que hacer para merecer ésto.
Suelto una fuerte carcajada que hace que me tiemble el pecho como hace mucho tiempo no me pasaba.
ESTÁS LEYENDO
Kingdom
RomanceTodo comenzó con una simple venganza, un buen rato pero desató toda la lujuria que llevábamos dentro. Quizás Malik no sea la persona preferida de mis padres pero cuando el deseo se vuelve imparable no queda nada más que hacer. Al encontrarnos en un...