Capítulo 25

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Capítulo 25: Prioridades.

Malik

Cuatro horas antes.

Mi teléfono me despierta de mi sueño profundo.
Muevo el brazo hacia la mesa de luz.
Salgo de la cama tratando de no despertar a Riana que está profundamente dormida sobre mi pecho.
Saco ropa del ropero para no hacer ruido cuando me vista y le dejo una nota a Riana para que no se preocupe.

Al llegar a la cocina respondo a la llamada de Máximo.

- Jefe, interceptaron un cargamento de armas, todavía no sabemos quien fue el responsable.

- En treinta minutos estoy ahí.

Me visto completamente de negro a excepción de mi camisa que es blanca pero como va debajo no importa.

Llego al almacén donde guardamos los suministros que exportamos, estoy a nada de explotar de rabia.

-¿ Que mierda pasó?

Un Voyeviki de mediana edad se para enfrente de mí temblando sin parar al punto de tropezar con algunas palabras.

- Cuando llegamos al camión estaba vacío y con los hombres muertos.

- Llévame a él ahora.

Necesito comprobar por cuenta propia que lo que dice es verdad.

- Si, señor.

Me subo a mi auto mientras él maneje hacia el lugar donde se encuentra el camión.

Les tengo prohibido traer un camión que fue interceptado al almacén sin antes ser investigado, por si llega a ser una trampa, no quiero que descubran el lugar donde escondemos nuestra fuente de ingresos.

Cuando él Voyeviki abre las puertas es recibido por una bala en la cabeza del hombre escondido dentro del camión, probablemente había estado debajo de los cadáveres para evitar ser encontrado y para mi suerte si funcionó su plan.

Saco mi arma de la cinturilla del pantalón pero antes de que pueda hacer un movimiento, me impacta una bala sobre mi costado izquierdo que me corta la respiración de golpe.

Sin perder tiempo le apunto en la cabeza y cae hacia atrás en un fuerte golpe.

¿ Quién fue el imbécil que no comprobó que todos estuvieran muertos?
Me voy asegurar de encontrarlo y asesinarlo por ser tan estúpido.

Mientras llamo a Máximo para que venga a buscarme, le rajo la camiseta al Voyeviki que está a mi lado y la enrollo sobre la herida para evitar perder más sangre.

Ésto me pasa por no usar un chaleco antibalas, mi mujer no va a estar contenta cuando se entere.

Que lindo primer día como Pakhan.

Lo que pasa luego es un borrón.

†*†

Luego de un par de horas me despierto sobre el cálido pecho de Riana.
Entierro mi cabeza en el hueco de su cuello para oler su aroma adictivo.

Pensaría que todo lo que pasó fue un sueño si no fuera por el dolor prominente en mi lado izquierdo.

- Al fin te despiertas, bello durmiente.

Su voz ligeramente ronca por el sueño me pone la polla dura.

- ¿Qué hora es?

No despego mi cabeza del lugar en el que me encuentro, si pudiera me quedaría así el resto de mi vida.

- Las doce del medio día.

Hago un puchero cuando se separa de mi, acerca su cara y besa mis labios antes de salir de la cama.

- Necesito ir al baño, no te quería despertar pero ya no aguanto.

Al escuchar la ducha correr me dirijo al baño con ella.

La miro hipnotizado.
Se ve increíble en mi camiseta aunque está mejor sin ella.

Toda la lujuria pasa a segundo plano cuando noto que no apoya del todo su pie derecho y al notar como el agua sale un poco roja mi alarma de advertencia se enciende enseguida.

- ¿ Qué pasó en tu pie ?

Trato de sonar calmado pero el que se haya lastimado y no pude ayudarla me pone de mal humor.

- Mi vaso se cayó y pise un pedazo cuando llegaste.

Sin esperar un segundo más la levanto sobre mi hombro y nos dirijo de nuevo hacia la habitación.

La deposito sobre la cama y vuelvo al baño por una toalla y el botiquín.

- Ahora me toca a mi cuidarte.

Le desinfecto la zona, le coloco una pequeña cantidad de hunguento y termino colocando una venda para que al pisar no le duela.
Como no era tan profundo no necesitó aplicarle puntos.

Coloco su pie en el borde de la cama y me inclino sobre ella para colocarle el hunguento sobre el tatuaje para evitar que se infecte.

Me mira con una ceja levantada y con una sonrisa pícara saca un poco de hunguento del tubo y lo aplica sobre mi tatuaje.

Lanzo el tubo al otro lado de la habitación y me subo sobre mi ardiente esposa, nos perdemos en el cuerpo del otro la mayor parte del medio día hasta que el hambre nos obliga a parar.

Nos damos otra ducha antes de bajar a recoger la comida que habíamos pedido a domicilio.

Mientras comemos me llega una llamada de Máximo.

- Jefe, encontramos al responsable del atentado de ayer, lo tenemos en el sótano.

- Voy para allá- cuelgo la llamada sin esperar una respuesta - me tengo que ir, Moye Serdtse.

Me paro rápidamente, dejo un beso sobre la frente de Riana antes de irme.

†*†

Me paro frente a los dos jóvenes atados en la silla, no deben de tener más de veinte años.

- Así que éstos son los responsables de que casi esté conociendo a mi creador.

- Al parecer quieren traer de vuelta carteles extinguidos.

Me acerco a sus caras llenas de lágrimas.

- Primera regla de la Mafia, asegurarse de que no quede ningún superviviente.

Les pego dos tiros certeros a cada uno y doy por finalizado este día.

- Terminé por hoy.

- Pero jefe son las tres de la tarde.

- No me importa, mi mujer me espera.

Extraño a mi esposa, no hay nada que pueda hacer.

Mi ansiedad se apaga solo cuando regreso a casa y la veo, me espera con una bandeja llena de Cannoli *, una enorme sonrisa adorna su hermoso rostro y va vestida únicamente con mi camiseta.

*†*

Cannoli: " El Cannoli es un dulce típico de la región italiana de Sicilia, de donde es originario. Consiste en una masa enrollada en forma de tubo que dentro lleva ingredientes mezclados con queso ricota ".

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