Capítulo 12

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Capítulo 12: Una sorpresa poética.

Riana.

Aunque había mantenido a mi amiga informada de todo lo sucedido, según Lía la tengo algo abandonada así que decidimos  juntarnos en un bar a pasar el rato para ponernos al tanto.

Estoy por cruzar la puerta del bar cuando una persona me intercepta a medio camino.
Cuando me giro dispuesta a darle un golpe, me quedo parada en mi lugar al notar que es David.

- Riana ¿ Podemos hablar?

- Claro - saco mi celular del bolsillo para revisar el mensaje de Lía- ya revisé mi agenda, el treinta de febrero estoy libre.

Sigo mi camino antes de que pueda decir una palabra más.

Llego junto a Lia y elijo no contarle nada de lo sucedido porque para mí no tiene importancia.
Me espera sentada en una mesa en el rincón con una bebida para cada una.

- ¿ Cómo vas con tu chico ?

- Mal, me dejó de hablar pero ya tengo otro en la mira.

- Ah ¿ Y cómo es?

- Es guapo, alto y se nota que es un hombre y no un niño que juega a ser hombre.

- ¿ Dónde lo conociste?

- ¿ Te acuerdas que hace unos días tuve una entrevista de trabajo?

Asiento mientras le doy un sorbo a mi bebida.

- Bueno, él es mi jefe - una sonrisa tímida aparece en su cara.

Abro los ojos a tope por el asombro, mientras trato de no ahogarme con el trago, no me esperaba esa respuesta.

- Ay no de nuevo, la última vez la pasaste muy mal.

El año pasado Lía había estado saliendo con su jefe a escondidas y cuando estaban por formalizar su relación apareció su esposa que supuestamente estaba muerta.
Lía se sumió en una depresión horrible, se sentía culpable del dolor de la esposa, luego habló con la mujer y después de aclararle toda la situación se volvieron una especie de amigas.

- Lo sé pero siento que esta vez es diferente.

- Bien, cualquier cosa que pase me lo dices y hago que Malik desaparezca al tipo.

- ¿Qué voy a hacer qué ?

Pego un salto en mi asiento, Malik que está a mi espalda me deja un beso en la cabeza y saluda a Lía con un movimiento de cabeza.

- Me asustaste, tonto.

- Esta posición me trae lindos recuerdos- una sonrisa lobuna aparece en su hermosa cara.

Me sonrojo hasta la línea del cabello.

- Nos tenemos que ir, Moye Serdtse.

- ¿ Por qué tan temprano?

- Te tengo una sorpresa.

De un salto me bajo de mi asiento.

- Amo las sorpresas- sonrió de oreja a oreja.

- Lo sé - un brillo desconocido aparece en sus ojos.

Me despido de Lía con la promesa de que mañana nos juntemos para contarle lo que me tenía preparado.

Al llegar al edificio me abre la puerta del acompañante, espera a que me baje para levantarme al estilo nupcial.

- Mientras yo esté ni tus zapatos te lastimarán.

Beso toda su cara.

- Muchas gracias, señor Novikov.

- Todo lo mejor para mi chica.

Al abrir la puerta del apartamento mi boca queda abierta de asombro.

Hay un gran camino de pétalos de rosas con margaritas- mi favorita- por toda la sala de estar.
Me saco los zapatos para no romperlo y lo sigo rumbo a lo que me espera.

Sobre una mesa hay un ramo enorme de gomitas junto con tres pequeños ramos de margaritas que cada uno tiene un papel en ellos y en el centro de los ramos está la primera edición de El Alquimista de Paulo Coelho.

Agarro el primer papel.

" El secreto de la felicidad está en mirar todas las maravillas del mundo, pero sin olvidarse nunca de las dos gotas de aceite en la cuchara" El Alquimista.

Agarro el siguiente papel.

" Ya encontré a Fátima. Y ella, para mí, vale más que el tesoro". El Alquimista.

El último papel me cuesta más trabajo leerlo debido a las lágrimas que no paran de caer.

" Yo te amo porque todo el Universo conspiró para que yo llegara hasta ti". El Alquimista.

Me giro para mirar a Malik, está al lado de la puerta sin el saco que traía puesto, estuve tan concentrada en todo que no me enteré cuando se lo sacó.

- ¿ Cómo supiste cuál es mi libro favorito?- pregunto con un nudo en la garganta.

Malik se acerca y agarra mi cara entre sus manos.

- Sé cada mínima cosa de tí, Moye Serdtse.

Sus palabras solo logran que llore más fuerte, le doy un abrazo y le beso por todo el pecho.

- Muchas gracias, me encantó.

Se separa un paso de mí para arrodillarse con un anillo en sus manos, yo solo lo miro con los ojos abiertos.

- No quería que sintieras que me habías obligado a estar contigo por eso planee ésto - respira hondo y continúa- he estado enamorado de tí tanto tiempo que me sentí el hombre más afortunado del mundo cuando me lo propusiste, pero quería darte tiempo para que pudieras adaptarte a la idea y de paso enamorarte - sus mejillas se sonrojan- así que Ríana ¿ Me harías el honor de ser tu esposo?

No puedo creerlo, todo este tiempo pensé que él estaba fingiendo y era de verdad.

- Si, claro que sí.

Se levanta y yo aprovecho para saltar a sus brazos para besarlo.

Me coloca el anillo en mi dedo anular, es un anillo sencillo de tres quilates en un color verde claro.

- Es hermoso, me encanta - mis ojos se vuelven a llenar de lágrimas.

- Ya tebya lyublyu, Moye Serdtse*.

Nos besamos apasionadamente sin parar y empezamos a sentir como nuestra ropa nos empieza a sobrar.

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Ya tebya lyublyu - Te amo en ruso.

Moye Serdtse - Mi corazón en ruso.

KingdomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora