Harry Potter es un niño de nueve años, quien vivía con sus odiosos tíos abusivos en lo que consideraba una prisión. Él solo quería escapar de ellos para vivir su vida.
La oportunidad llega una tarde lluviosa, dónde es obligado a refugiarse en la bib...
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Los primeros rayos de sol golpearon en la cara del joven Harry, pero gracias al flequillo largo que le llegaba a la nariz tenía su propia cortina para evitar despertarse. Por primera vez en ochos años el niño por fin se sentía cómodo durmiendo en una cama, aunque debía admitir que actualmente se sentía algo pesado y rígido.
Siente que alguien le rasca la nariz y Harry solo ríe un poco tratando de no despertar, pero entonces siente dos dedos acariciando sus orejas haciéndole cosquillas. Esto lo despertó, pero se negaba a abrir los ojos y solo fingió que seguía dormido, pero ahora cinco dedos en cada oreja le hacían cosquillas demasiado para seguir fingiendo.
Riendo Harry se despierta, para ver que no se podía levantar, instantáneamente dejan de hacerle cosquillas y una voz burbujeante le dice:
- ¡Buenos días compañero!... ¡Vamos, Vamos que ya es de día! - dice la voz de su compañero. -Buenos días Risum- dice Harry sonriendo -Hem... de hecho no me puedo levantar-
Harry trata de levantarse, pero era imposible, ya que para su sorpresa Risum estaba sentado a horcajas sobre su estómago, y los brazos estaban apretados en sus costados por las piernas de cordero. Uno diría que era pesado, pero sorprendentemente el niño fauno era más ligero que Harry, además esas piernas se sentían como un abrazo de peluche peludo.
Harry dejo de luchar cuando se da cuenta de que era imposible salir del agarre al menos que Risum quiera.
- ¿Cómo dormiste? - dice alegre Risum sin molestarse en moverse. -Muy bien... esta es la mejor cama en la que he dormido en mi vida- dice el pelinegro tratando de soplar el cabello de sus ojos. -Gracias... la mande hacer cuando me mude a esta villa... aunque por un momento pensé que te incomodarías- dice rascándose la cabeza. - ¿Por qué me incomodaría? - -Pues ya sabes... por compartir la cama-
Como solo había una cama, Risum anterior mente le ofreció dormir en la cama mientras él aprovechaba el sofá, pero Harry se negó y dijo que el niño se negaba rotundamente alegando que él no se merecía la cama y se conformaba con el sofá. Luego de divagar mucho se decidió que ambos compartirían la misma cama para dormir.
-Siseas cuando duermes...- declaro sonriendo Risum. -Y tu abrazas bastante- declaro Harry riendo. -Si... bueno, soy muy afectivo- dice Risum encogiendo los hombros -Bueno amigo... tengo el desayuno listo... mejor báñate para que podamos salir al pueblo- y se levanta liberando a Harry.
Harry se levantó y por fin pudo quitarse el cabello de la cara.
-El baño es la puerta de tu izquierda- dice Risum bajando trotando las escaleras.
Harry se levanta, y nota que aún estaba en ropa interior... la cual para su sorpresa no era la que llevo aquí, estos eran calzoncillos blancos que acababan en su entrepierna, él le extraño esto, pero decidió no darle importancia.
