Harry Potter, El Reino Mágico de Ticklelands

Capítulo XXIII: El Tren de Ticklelands

Griphook miro sorprendido el anillo de heredero de la familia Potter, no lo podía creer; ese anillo llevaba más de ochos años perdido, eso lo sabía porque cada maldito día Albus Dumbledore exigía al banco su ubicación como si ellos fueran los culpables de su perdida.



Miro al niño de vientre desnudo frente a este, quien le sonreía mientras sostenía el anillo de los Potter en una cadena dorada. Además, lo que dijo el niño era imposible... Harry Potter era el legítimo heredero del Clan Potter... Quién rayos era Pólux Potter?

- ¡BLUETOOTH! - grita impresionado el goblin, causando sorpresa en el niño.

~Quien en su juicio nombraría a su hijo Bluetooth~ decía mentalmente el niño.

Ante el grito apareció un goblin con ropas finas de la altura del niño, que en su pecho al lado del corazón tenía el inconfundible escudo de armas del Clan Potter. El goblin miro a Griphook mientras este señalaba el anillo de señorío en la cadena del niño.

-Por favor acompáñame...- exigió muy malhumorado este Bluetooth.

~Con un nombre así no me extraña que ande de mal humor~ pensó Pólux mientras lo guiaban por las escaleras hacia las oficinas principales.

Pólux tarareo mientras seguía al goblin a las oficinas de los gerentes de banco, y allí en la sección de Nobles y Ancestrales Casas estaba la Casa Potter... aunque giro la cabeza confundido de ver que el nombre dorado estaba difuso en el mármol de la entrada, incluso el escudo de armas estaba translucido.

Entro a la elegante oficina, con una larga mesa en el centro, dos sillas de espalda tipo trono, y dos bibliotecas de pergaminos contables franqueando la mesa pegadas a las paredes. Pólux mientras se sentaba, noto con nervios que flanqueando las puertas estaban dos Goblins, quienes apenas se sentó apuntaron sus lanzas para bloquear las puertas.

-Ahora señor Pólux... espero que no se moleste, pero debemos verificar si realmente es de la familia Potter, y no un ladrón que se atrevió a tomar el anillo de señorío- declaro Bluetooth.

Pólux se hiso una palmada mental, Cómo se le ocurrió entrar como si nada y afirmar así de una que era el heredero Potter? Sin duda el circo no le ayudo a ser sutil.

-Por supuesto señor... entiendo sus preocupaciones... ¿Alguna forma de comprobar que quisieras? - dice amablemente el niño.

-Si no es problema... una sencilla prueba de herencia... si es el que afirma ser, se descontara un galeón de su bóveda familiar... si no es...-

Inmediatamente las lanzas ahora apuntaban al niño, causando que tragar saliva nervios, ahora entendía el miedo hacia los Goblins. Bluetooth saco de su gabinete una larga pluma dorada con una aguja en su punta de color dorado sobre decorada, un cáliz dorado con demasiadas joyas, y un royo de pergamino en blanco que se notaba que estaba empapado de una clase de poción.

-Solo necesito un poco de tu sangre...- declara el Goblins pasándole la pluma.

Pólux nota que literalmente siente las cuchillas de las lanzas a centímetros de su cuello. Sin ninguna presión (Nótese el sarcasmo) el niño deja que le claven la aguja juste en la yema de su dedo índice, y lo atraviesen hasta la uña, causando mucho dolor, retiran la aguja la cual su metal brillaba en dorado y la inserta en el cáliz, el cual tenía una especie de poción negra. Bluetooth toma el cáliz y canta en su idioma Goblins mientras los guardias están a punto de cercenar la cabeza de Pólux.