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Harry Potter, maldijo mentalmente mientras estaba debajo de su pequeño armario jugando con los únicos dos soldaditos de juguete que eran de su propiedad, cortesía de un día de trabajo de jardín cuando los encontró enterrados en la tierra. Como siempre, estaba atrapado bajo la alacena de la casa de sus tíos, la cual era su maldita habitación.
La única compañía en este lugar eran las casuales arañas que correteaban entre las cajas de herramientas y de fusibles. Por suerte no estaba a oscuras, le permitían tener su propio bombillo que, aunque le daba un poco luz, le daba la suficiente para su gusto.
Este día fue como siempre una mierda, los malditos Dursley se encargaban de hacerle la vida a cuadritos. Primero, no le dan de comer su desayuno, porque según ellos no se lo gano el día de hoy, luego, en la escuela, por sacar mayor nota en el examen de geografía su gordiflón primo lo golpea.
Y claro, no se ganó su almuerzo por la misma razón, si no comiera en secreto la comida que la escuela el chico moriría de inanición. Además, su tía la insoportable lo obligo como siempre a hacer los caseres hogareños mientras ella está chismeando libremente... vieja perra.
Pero no podía hacer nada, el niño de tan solo nueve años de edad estaba atrapado con "su familia" al no tener padres. Según sus tíos ellos eran unos borrachos que murieron en un accidente de auto, pero estaba claro que no les creía ni un poco.
No sabía nada de ellos, solo ciertas cosas que consideraba verdades, como cuando era pequeño y escuchaba varias cosas que su tía decía. En ese entonces era lo suficientemente inocente para intentar ganar el amor de sus tíos. Así que, en esos intentos, lograba obtener datos por parte de su tía.
Según dijo, se parecía mucho a como era su padre, pero tenía algo de su madre, sus ojos, verdes orbes color esmeralda.
Sus pensamientos son interrumpidos por la morsa... digo su tío Vernon Dursley, quien cada vez que veía al niño le escupía en la cara. Tuvo tiempo de guardar sus soldaditos en sus bolsillos antes de que el hombre gordiflón como ballena abriera la puerta y mirara con asco a Harry.
-Mocoso... ven a servir de algo además de ser un estorbo- escupió Vernon obligando al niño a levantarse.
Harry se aguantaba las ganas de gritarle en la cara, sabiendo bien que su tío solo lo maltrataría mucho más. Fue llevado al cobertizo, en donde fue obligado a hacer el trabajo del hombre de reparar la puerta de este mientras Vernon lo insultaba.
Para cuando llego la tarde, el niño tenía manos adoloridas por lanzar martillazos a la madera, pero el aguantaba ya que no podía quejarse. Estaba por tomar otro clavo, cuando se dio cuenta de que la maldita bolsa estaba vacía.
-Hem tío... ya no quedan más clavos- dice el niño con la cabeza gacha.
Vernon miro con rabia la bolsa, Harry ya se estaba preparando para una injustificada golpiza, pero por suerte Vernon solo gruño mientras volvía a la casa enojado. Harry se quedó esperando mientras veía el cielo gris oscuro, indicativo de una gran tormenta... se sobresaltó por un rayo que se escuchó de las lejanías.
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Harry Potter, El Reino Mágico de Ticklelands
FantasiHarry Potter es un niño de nueve años, quien vivía con sus odiosos tíos abusivos en lo que consideraba una prisión. Él solo quería escapar de ellos para vivir su vida. La oportunidad llega una tarde lluviosa, dónde es obligado a refugiarse en la bib...