Harry Potter es un niño de nueve años, quien vivía con sus odiosos tíos abusivos en lo que consideraba una prisión. Él solo quería escapar de ellos para vivir su vida.
La oportunidad llega una tarde lluviosa, dónde es obligado a refugiarse en la bib...
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Dobby era un elfo bueno, Dobby era un elfo responsable, Dobby era un elfo que, hacia sus trabajos, Dobby siempre obedecía a sus amos… eso era lo que el elfo se decía y se creía todo el tiempo, pero estaba muy lejos de la verdad. Dobby en realidad tenía otra cara, una que nunca mostro, una cara que siempre estuvo dormida, una cara oscura, ya que Dobby… no era un elfo.
Dobby se crio toda su vida como un elfo doméstico, desde que lo encontraron lo vincularon para ser un elfo doméstico y servir a las familias de brujos, pero Dobby no era un elfo doméstico, al menos no totalmente. Tenía sangre de elfo sí, pero su padre de hecho era un goblin, pero no un goblin bueno, un goblin oscuro de los siete reinos.
Si, nuestro adorable amigo era una criatura oscura, la cual la sangre de elfo durmió y suprimió desde su llegada a la tierra. Por toda su vida Dobby permaneció dormido en cierto sentido, sirviendo sin cuestionar a la familia Malfoy y siendo tratado como alimaña en contra de su voluntad.
Todo hasta ese día, cuando los gemelos Weasley entraron a la mansión de alguna forma y robaron un artefacto de los Malfoy, un pergamino que era parte de un códice antiguo. Lucios Malfoy castigo muy severamente a Dobby por su inaptitud, y luego le obligo a tener que recoger todas las cosas oscuras que habían coleccionado los Malfoy.
El humor del amo Malfoy solo se ensombreció cuando los gemelos Weasley activaron el hechizo, y claro ahora todos se fijaban en el por su desaparición, y la cosa no mejoro cuando el mocoso Potter decidió desaparecer usando un libro de naturaleza oscura.
Malfoy bebía de su whiskey de fuego mientras sentía que todos los ojos de los aurores estaban sobre él. Todos sabían que había perdido un hechizo valioso porque lanzo la denuncia, pero no espero que los gemelos fueran lo suficientemente poderosos para activarlos… ¡Ni el mismo podía hacerlo!
Claro que Arthur le echo la culpa de la desaparición de sus hijos, y exigió que se registrara su casa por mas objetos “oscuros” y Malfoy cada semana tenía que soportar al ministerio entrando a su mansión para registrar sus cosas, dé no ser por su bóveda secreta estaría en problemas.
Las cosas solo empeoraron con la desaparición de Harry Potter, y por culpa de Moody se creía que fue un secuestro por algún mortifago, y una vez más estaba bajo el radar. Sus finanzas estaban monitoreadas y su reputación colgaba de un hilo. Lo peor era tener que ocultar que estaba manteniendo a su esposa bajo un poderoso hechizo mental.
Si, la señora Malfoy estaba hechizada por un contrato, el cual le hacía amar a todos los que tuvieran sangre Malfoy, o sea su esposo e hijo. Sin este, ella huiría sin mirar atrás, y la necesitaba aun para tener la herencia Black, además, ¿Quién cuidaría de Draco si se va?
No podía creer que necesitara un hechizo para hacer que la mujer crea amar a Draco con todo su corazón, pero así era, su odio contra los Malfoy era tan grande, que sin el hechizo vería a Draco como una alimaña sin valor. Cruel, pero era la verdad, y a veces se notaba cuando actuaba de forma fría en público o cuando mostraba expresiones de asco inadvertidamente.
