Encantando melodías-Parte 1 (0-200) -COMPLETO-

Capítulo 6: Flor marchita

Capítulo 6: Flor marchita

28 de julio de 1991, Privet Drive, Surrey

Harry estaba tan preocupado con sus sueños de estudiar magia que no notó que su tía abrió la puerta y la abrió. Escuchó el jadeo horrorizado de su tía al ver su carta y miró su pálido rostro. Harry la miró a los ojos inexpresivos y le preguntó con un tono muerto: "Buenos días, tía Petunia. Creo que tenemos mucho de qué hablar, ¿no?"

Tomó mucho tiempo y muchos gritos para que las cosas se calmaran en 4 Privet Drive. Petunia se había asustado por completo con la carta en la mano de Harry y comenzó a gritarle solo por abrirla. Después de que la mujer terminó de despotricar sobre monstruos que arruinaban a su familia, Harry se quedó allí, completamente inmóvil con una cara que ni siquiera se contrajo ante el berrinche de su tía.

Después de que la mujer estaba prácticamente jadeando, el joven mago levantó una ceja: "¿Has terminado?"

"Te estoy prohibiendo que vayas a la escuela de monstruos", gritó Petunia.

Su sobrino no le gritó y en su lugar habló con una voz muy tranquila: "Realmente no te entiendo, tía Petunia."

"De qué estás hablando, muchacho?"

"Sigues quejándote a ti mismo de que soy una pérdida de espacio, que soy la razón por la que no tienes un segundo hijo porque no puedes soportar el gasto, ni siquiera me llamas por mi nombre, solo 'chico' o 'monstruo' y, sin embargo, cuando tienes la oportunidad de prácticamente regalarme y nunca volver a verme, me estás prohibiendo que me vaya."

Cuando Petunia comenzó a balbucear, pero su sobrino no le dio la oportunidad de hacer una oración coherente: "Porque no se trata de mí, ¿verdad? Se trata de ti, siempre se trató de ti. Se trata de lo celoso que estás de no ser como yo, de que no eres especial. No fue suficiente para que me ignoraras como lo hiciste, para fingir que no existo, me ocultaste el legado de mi familia desde que era un niño. Nunca estuve enojado contigo porque te vi como siempre, una mujer celosa que nunca equivaldría a nada más que ser ama de casa, aunque sabía que incluso sin mi magia, me elevaría muy por encima de ti."

Petunia no pudo manejarlo y abofeteó a su sobrino en la cara. El niño la miró incrédulo: "¿En serio estás diciendo que lo que dije era falso? Teniendo en cuenta la forma en que reaccionaste golpeando a un niño es una prueba suficiente de lo que realmente es tu naturaleza. Voy a Hogwarts y eso es definitivo."

La anciana lo miró: "Todavía no voy a conseguir que vayas a esa escuela. Oh, mi hermana era como tú. Recibió su carta y desapareció, olvidando de nosotros, de mí, a favor de ese chico monstruo. Mis padres estaban muy orgullosos de tener una bruja en la familia, pero vi lo que era, un bicho raro. Luego conoció al chico Potter, se hizo explotar y nos cargaron contigo. Y eras un bicho raro, incluso cuando eras un niño. Siempre demasiado sabio, demasiado inteligente, demasiado extraño. En el momento en que te vi, supe que eras tan loco como tu madre."

"Entonces, todo esto, ¿fue solo porque estabas celosa de tu hermana? Sabías que era un mago durante tanto tiempo, y pensaste que desaparecería con el tiempo. Sabías que esto iba a suceder, que mi carta se acerca, como sabes que me voy."

Petunia realmente gruñó: "Como el infierno, te estoy dejando."

"Bueno, no es que tenga que hacer nada. Tengo una idea de que si no me presento, la escuela solo enviará magos para atraparme, adultos que saben lo que están haciendo. ¿Vas a gritarles también?"

La mujer palideció de miedo, al darse cuenta de que realmente no iba a salir de esto, "Pero puedes decirles que te niegas. Puedes decirles que se vayan."