Madisson
— Es muy bonita —dije entrando en la habitación que compartiría con Derek durante el fin de semana.
— Es pequeña pero supongo que nos apañaremos un poco —dejó las maletas sobre la única cama de la habitación.
— ¿Pequeña? ¿Qué querías? ¿Una suit matrimonial? —dejé mi bolso sobre la mesa en la que había una pequeña televisión.
— ¿De verdad te gusta?
— Claro que me gusta. Es perfecta.
(***)
— Buenos días —susurró en mi oído.
— Buenos días —murmuré contra la almohada.
— Tenemos que ir a desayunar.
— ¿No iba a ser un fin de semana alucinante? Creía que eso incluiría dormir hasta tarde —entreabrí un poco los ojos tratando de acostumbrarme a la claridad del nuevo día.
— Lo alucinante empezará a las once, pero si queremos llegar a tiempo a ese sitio tan alucinante tenemos que levantarnos ya.
— De verdad, como no sea una sorpresa impresionante, te daré una colleja por darme falsas esperanzas.
— Créeme, será increíble.
(***)
— ¿No quieres más? —pregunté mirando el donut a medio comer del plato de mi novio.
— No, no tengo mucha hambre —respondió jugando con la cucharilla de su café.
— ¿Estás bien? Pareces nervioso —le quité un trozo al donut de Derek, ya me había comido el mío, y si él no se iba a comer el suyo, no iba a desperdiciarlo.
— Estaré bien —me dedicó una media sonrisa. Cogí mi taza de café y le di un sorbo mientras miraba la mochila de Daniel.
— ¿Qué hay en la mochila?
— Ropa.
— ¿Ropa? —¿por qué teníamos que cambiarnos de ropa? ¿y por qué estaba Derek tan nervioso? ¿Qué demonios íbamos a hacer?
— ¡Para! —soltó de pronto confundiéndome del todo— Estás pensando, y no lo permitiré. Si te pones a pensar atarás cabos y al final estropearás la sorpresa —abrió la mochila y comenzó a urgir en ella—. Ten.
— ¿Qué es? —pregunté cogiendo el cuadernillo entre mis manos—. ¿Un libro de acertijos?
— Sí. Sabía que tarde o temprano comenzarías a atar cabos, así que abre el cuaderno y comienza a resolver los acertijos.
— Está bien —abrí el cuaderno por la primera página y comence a leer.
(***)
— ¡No! ¡No me quites la música? —dije tratando de alcanzar de nuevo los auriculares, acción algo difícil ya que volvía a tener los ojos vendados.
— Lo siento, ya hemos llegado.
— Eres lo peor. Me has quitado la música a la mitad de Goodbye my lover. Eso no se hace.
— Si quieres luego te canto la canción entera antes de dormirte, pero ahora tenemos que salir del coche.
— Vale —hice ademán de quitarme el antifaz pero mi novio me detuvo.
— No te lo quites todavía. Yo te ayudo a salir del coche.
Dicho y hecho. Derek me ayudó a salir del coche y me dirigió por algún camino lleno de piedras y hierba a juzgar por el tacto.
— Vale, ya puedes quitártelo —susurró en mi oído.
Me quité la venda y me quedé boquiabierta. Sí, sin lugar a dudas aquella era una sorpresa alucinante.
— Te quiero —dije antes de lanzarme a besar sus labios.
〔***)
— ¿Que tal vas? —pregunté mirando hacia atrás.
— Bien, más o menos —me respondió agarrando con fuerzas las riendas.
— Tranquilo, tiene más miedo de ti que tu de él.
— No estoy de acuerdo.
— Le estaba hablando al caballo —reí— Eres el mejor novio del mundo, ¿lo sabes?
— Ya lo sé. Nadie con miedo a los caballos organiza esto por su novia.
— ¿Trotamos un poco?
— ¡Ni de coña! —solté una gran risotada.
— Pues yo me voy a trotar, si quieres me alcanzarás —le dediqué una traviesa sonrisa.
— ¡Madisson! ¡No te alejes de mí! —me suplicó, pero ya era tarde pues ya me había alejado galopando de él.
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Enamorada de mi hermanastro ©
RandomNadie lo ve y mucho menos lo saben, somos un secreto que no puede ser revelado, pero ¿Que pasará cuando nos descubran? Cuando nos descubran vamos a estar el uno cerca del otro, porque los dos juntos somos uno y eso nunca va a cambiar. ⎈⎈⎈⎈⎈⎈⎈⎈⎈⎈⎈⎈⎈...