Miedo. Dolor. Oscuridad.
Esas son las únicas palabras que Minho conoce.
Abandonado, vaga por las calles día y noche en busca de algo que llevarse a la boca. Sus huesos están tan marcados que sus sucias ropas apenas pueden ocultarlos.
Y su voz ya no...
- ¡¡¡DESPIERTA!!! – grité mientras me lanzaba encima de mi amigo.
Bueno, tal vez para él este no sería un fin de semana muy tranquilo.
- ¡Déjame! – dijo mientras me quitó de encima de él y se giró para quedarse mirando hacia la pared.
- ¡Vamos Seungmin! Me aburro – me quejé a la vez que volvía a tumbarme sobre él.
- Coge mi ordenador, puedes poner lo que quieras – respondió somnoliento mientras me hacía una seña con la mano para que me fuera.
- Podré ver tu... - empecé a decir para molestarle.
- No tengo porno – se adelantó. – no lo guardo – hizo una pequeña risa.
- Tsk, aburrido – dije revolviendo su pelo más aún.
Fui hasta el escritorio y me senté para encender el pc. Me di cuenta de que su teclado estaba conectado a este.
Tal vez habría grabado alguna de sus composiciones.
Pasé la mano por las blancas teclas de este y mi bombilla se iluminó.
Pulsé el botón de encender.
Busqué una canción en YouTube. Una bastante animada.
Me puse en pie y le di al "play".
La música sonó mucho más fuerte de lo que pensaba y, como cortesía de gran amiga, empecé a tocar el teclado....notas al azar.
- ¡ARRIBA! ¡VAMOS MINI! ¡ÚNETE! – canturreaba mientras la canción y el piano iba cada uno por un lado.
Todo completamente arrítmico.
- ¡TE VOY A MATAR! – gritó mi amigo mientras se levantaba de golpe de la cama y echaba a correr detrás de mí.
- ¡No me cogerás con vida! – grité para salir corriendo del dormitorio y bajar las escaleras hasta llegar al comedor.
Sabía que sus padres no estarían por la mañana, tienen que trabajar, por eso me di el lujo de corretear por donde me placiera.
- ¡Te vas a arrepentir! – habló mientras me lanzaba las zapatillas, cojines....lo que pillaba.
Nos cansamos.
Mucho.
Parecía que habíamos estado corriendo una maratón.
Por el momento, dejamos aparcada la pelea, tanto ejercicio mañanero nos había dado hambre.
- Songi, haz las tostadas. Yo me encargo de las bebidas. ¿Qué quieres? ¿Café? ¿Zumo? ¿Leche con cacao? – me preguntó.
- Mmm – medité - ¡Leche con cacao! – sonreí.
Mientras tanto, saqué la tostadora de uno de los muebles y la puse sobre la encimera. Saqué cuatro panes: dos para cada uno.
Hoy queríamos hacer una especie de desayuno tradicional inglés, pero sin alubias, huevo y chorizo.
Pusimos la mesa, llevé mantequilla, mermeladas....todo lo que encontré que podíamos untarle al pan tostado. Por otra parte, Seungmin calentó las bebidas y los preparó.
- ¡Muchas gracias por la comida! – agradecí antes de empezar a untar el primero de mis panes con mantequilla y mermelada de fresa.
Él me respondió con una sonrisa y comenzó a moverse para preparar su pan.
- ¡Wow! Que rico – dije mientras daba un bocado detrás de otro sin hacer una pausa ni para tragar.
- Te vas a ahogar – habló este mientras masticaba con lentitud – no sabes disfrutar la comida.
- Esta es mi manera de disfrutarla, tortuga. – a veces llamaba tortuga al chico por su obvia lentitud en muchas de las cosas.
- Tsk – chasqueó la lengua – ardilla – contraatacó.
El apodo que Seungmin me puso se debe a que tenia los ojos grandes y mis mofletes eran bastante achuchables – desde la perspectiva de mis amigos, claro.
Seguí comiendo hasta que....tal y como dijo este....casi me atraganto.
- Te lo he dicho – respondió feliz por tener la razón mientras me acercaba el vaso de leche y cacao – bebe antes de que te me mueras aquí.
Con mi mano busqué el vaso y él lo puso en ella.
Antes de comenzar a beber, me di cuenta de que me estaba prestando mucha más atención de lo normal.
Puede que sea porque me estaba atragantando.
Puede....
- ¡CABRÓN! – grité mientras me ahogaba más aún.
Este estalló en carcajadas mientras se cubría los ojos con una mano y con la otra se agarraba la barriga.
- ¡DIOS! ¡QUE ASCO! – respondí mientras cogía su café y me lo llevaba a la boca para beberlo.
El estúpido me había puesto leche, cacao y....sal.
Mucha sal.
Se estaba cobrando la venganza por despertarle de esa manera....y la estaba disfrutando mucho.
El resto del día fue muy agradable y divertido. Estuvimos haciendo un trabajo que teníamos que entregar en una semana, jugamos a la consola, me enseñó sus nuevas composiciones, vimos una serie entre otras actividades.
Pronto el día se iba acabando y yo tenía que volver a casa.
Al menos por una noche. Es el único trato que había conseguido con Seungmin. Podría volver a mi casa una noche si y otra no.
Me sentía mal por estar en su casa y, a pesar de que no soy una molestia para ellos, no me agrada mucho el comerme su comida, dormir allí....por un día está bien, pero no durante mucho tiempo. Muchas veces hemos dormido los tres - contando a Chan - en la casa de alguno de ellos o la mía. Íbamos rotando para hacer noche de juegos y comida.
Por hoy, volvería a mi casa.
Pero aquello tal vez no fue tan buena idea.
¡Hasta aquí el capítulo de hoy!
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AUTORA DE: Kaori, la esfera mágica.
EDITORIAL: Ediciones Arcanas.
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