Miedo. Dolor. Oscuridad.
Esas son las únicas palabras que Minho conoce.
Abandonado, vaga por las calles día y noche en busca de algo que llevarse a la boca. Sus huesos están tan marcados que sus sucias ropas apenas pueden ocultarlos.
Y su voz ya no...
- Solo era una broma para poder echar a tus amigos sin que montaran mucho escándalo. Además, ahora te vas más feliz porque es antes de lo que esperabas. Es como una sorpresa - sonrió.
- Realmente me lo estaba pasando bien - respondí causándole mas risa a la mujer - podría haberme quedado aquí más tiempo, mis amigos estarán bien - reí junto con ella.
- Yo también me estaba divirtiendo, pero no tenemos motivos para tenerte aquí ni pruebas como para encerrarte, así que eres libre por el momento.
- ¿Por el momento? - Aún tenemos que confirmar tus datos, aunque por parte de los psicólogos y tu análisis dicen que has sido completamente sincera, a no ser que seas una gran gran actriz y te hayas aprendido cada uno de los gestos relacionados con la naturalidad, los nervios y la sinceridad, todo está perfectamente - finalizó con una sonrisa amigable.
- Pues si no hay más nada que hacer, volveré a mi casa - dije encogiéndome de hombros.
La señora me acompañó hasta la salida y me dio una tarjeta.
- Cualquier problema, esta es mi tarjeta personal y ahí está mi número - habló mientras me extendía dicha tarjeta - Llámame sin problema.
Yo la cogí con simpatía y la guardé en mi bolsillo antes de despedirme y emprender mi vuelta a casa. Tras todo aquel tiempo en la comisaria, la noche decoraba el cielo de una manera increíblemente preciosa. Las calles estaban demasiado vacías para la hora que era, pues apenas eran las diez de la noche, a esta hora habían coches en la carretera y algunos vecinos andando por la calle, sobre todo lo más mayores que se encontraban entre ellos para hablar.
Continué mi camino, hacia casa, deseando encontrarme con mis chicos y pedir comida china. Si, tenía muchas ganas de comida china ya que había pasado justo enfrente del lugar al que solíamos ir Chan, Seungmin y yo a celebrar nuestros cumpleaños o cualquier otro evento. Podríamos decir que "acababa de salir de la cárcel", así que era motivo de fiesta.
- Wow, de verdad que somos iguales - escuché una voz delante de mi que me hizo levantar la cabeza y encontrarnos cara a cara.
Parece que hoy no íbamos a cenar chino.
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¡Hasta aquí el capítulo de hoy!
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AUTORA DE: Kaori, la esfera mágica.
EDITORIAL: Ediciones Arcanas.
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♥STRAY KIDS, MI PICALPONCHO (Wolfchan), y yo♥ El gran día que conocimos a los chicos de SKZ♥
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