Capitulo 26 : Denme el Alta

194 20 1
                                    

¡A ver esta nena que tiene que comer! – Dijo Rose entrando a la habitación muy temprano con un té y galletitas, se la veía animada, Liz sonrió al pensar en la suerte que tenía de ver a su madre tan feliz.

Gracias ma – Dijo la morena sentándose en la cama del hospital, ese día le darían el alta. – ¿Sabes a qué hora nos vamos?

Si amor, a las dos de la tarde, papá nos pasa a buscar, se escapa del trabajo y viene. – Rose era una exitosa diseñadora de zapatos, mientras que su marido Edgar era empleado en un banco. – Ahora me vas a contar que era lo que te tenía tan mal como para terminar inducida en un coma. Nena no es un chiste – Dijo la mamá de Liz cuando notó que su hija estaba por tener un ataque de risa. – Tal vez estas enamorada de alguien, en todo caso quiero saberlo amor, no es justo que no sepa nada de tu vida.

Bueno mamá – Dijo Liz tomando el té de a sorbos – Es que – Comenzó. – Estaba algo triste, por todo, no sé, hace un año estoy algo decaída, salí con un hombre que terminó dejándome porque no sabía lo que sentía. Desde ese momento estoy algo mal, y antes de ir a la ceremonia apareció en mi departamento y empeoró mi estado, pensé que podía manejarlo, pero veo que no...

La mamá de Liz le acariciaba el pelo y la miraba con ternura, entendía lo que era estar enamorada de un hombre estúpido, ella había sufrido mucho por amor en otros tiempos. Liz solo miraba el interior de la taza como si hubiese un tesoro ahí adentro.

Te entiendo tesoro – Dijo Rose levantando la cabeza de Liz desde el mentón – A veces se sufre por amor, pero ningún hombre tan tonto merece tus lágrimas – Terminó de decir eso y besó la frente de su hija. Se sentía identificada con lo que le sucedía, a ella le había pasado también. Liz dejó caer un par de lágrimas y abrazó fuerte a su mamá, Rose siempre estaba para ella, día y noche a toda hora y podía contarle lo que fuese que jamás la juzgaría ni dejaría de apoyarla.

Alguien golpeó el marco de la puerta.

¿Interrumpo algo? – Ana estaba parada del otro lado. – Yo solo quería saber cómo estaba la amiga más linda de todas – Dijo sonriendo haciendo que aparezcan un par de hoyuelos en sus mejillas, a Liz se le llenaron los ojos de lágrimas y le pidió que se acercase y le diese un abrazo.

Ana... No sé cómo pasó todo esto – Sollozó la morena - ¿De qué me perdí? ¿Cómo está tu bebe?

¡Muchas preguntas Liz! – Dijo Ana abrazándola fuerte, luego la soltó y comenzó a contarle, la luna de miel fue hermosa, se fueron a Italia, que su bebe está bien y sano, se hizo todos los estudios que corresponden apenas volvió y le dijo que pensaba ponerle Joaquín si era niño y Luisiana si era niña.

¿Por qué Luisiana? ¡¡Es horrible!!

No se me ocurre otro, ¿Una mejor idea? – Dijo levantando una ceja.

A ver... - Liz pensaba en nombres algo locos, como Nayat. – ¿Qué tal Nayat? No, aguarda, Eluney es mejor. – Ana lo pensó.

Abril Eluney, me gusta, ¡es perfecto! – La abrazó de nuevo. – Espero que sea niña así sabrá que su madrina eligió su nombre. – A Liz se le cayó la mandíbula del asombro.

¿Yo?

No, tu mamá. ¡¿Quién más si no?! – Liz la volvió a abrazar y siguieron charlando de cosas sin sentido en realidad. El médico llegó, la revisó y la dio de alta al poco tiempo, a las dos de la tarde su papá la esperaba afuera con el auto, Ana ya se había ido y madre e hija se quedaron charlando hasta que se hizo la hora y la dejaron salir del hospital. 


———————————————————————————————

Yo se que es más corto, pero era lo que llegaba a pasar jajajaj.

Les mando un beso enorme y espero que tengan una buena noche, no se olviden de votar si les gusta comentar, me dan muchas ganas de seguir escribiendo cuando lo hacen C:

Unther the Devil's LawDonde viven las historias. Descúbrelo ahora