Unther the Devil's Law

Capitulo 13 : Ana

Liz? –dijo una voz que a la morena le sonaba familiar.

Ana?- Respondió reconociendolá, hacía mucho tiempo no se veían.

Obvio amiga, te dije que volvería alguna vez-dijo ella sonriente.

Volviste! – Gritó histérca de a felicidad que sentía. Desde pequeñas eran mejores amigas, y un día se fue prometiendo que volvería a verla.

Claro pequeña, obvio que volví - dijo Ana, y ese ''pequeña'' le recordó a Damien, todo a Liz la obligaba a traerlo de vuelta a su recuerdo.

Que ocurre?-dijo al ver que me desanimaba

Nada...

Como que nada? Somos amigas hace mas de veinte años, conozco todas y cada una de tus expresiones. – Le recordó. Igualmente, Liz era muy fácil de leer, era totalmente transparente.

Okay, luego te cuento, no me arruines tu llegada - se excusó.

Esta bien,pero me contas, eh? – Le envió una amenaza con la mirada.

Si, te contare – Le respondió con solemnidad, si Ana estaba dispuesta a creerle…

Eso espero...y como te ha ido?

Bien...supongo - dijo mirando a la ventana.

Sabes? contame ya que te ocurre - dijo tomándola por las mejillas para que la mire a los ojos.

Luego dije...- Liz hizo una mueca de dolor que su amiga entendió como que era un tema muy reciente. La verdad era que Liz sentía su presencia, y no se arriesgaría a contarle a Ana para que Damien se enfade.

Okay, pero no te enojes, solo quería saber que te ocurre...Oh! ya se - dijo

Ya sabes? tan obvia soy? – Soltó sorprendida.

OBVIAMENTE....¡¡estas enamorada!! - dijo sonríen, pero apenas terminó la frase un espejo en el baño se rompió en mil y un pedazos.- ¿Qué fue eso? ¿no estas sola? – dijo aterrorizada, siempre le tuvo miedo a los fantasmas y esas cosas.

No lo se, no tengo idea que fue - mintió.

¿No tienes un gato o alguna mascota que pueda llegar a romperlo? – Dijo con miedo aún. – Vamos a ver – Se levantó con una falsa valentía.

Mascotas no tengo. – Admitió.

¡Jaja! debe ser tu angelito que se puso celoso de que estés enamorada, ¡jaja! – dijo.

Claro!mi ANGELITO, Damien angelito y celoso, es lo mas absurdo que oí en toda mi vida.

Sabes que no creo en ángeles guardianes ni nada de eso – dijo.

Tendrias que creer....¿a caso no sabes lo que dicen? – Tomó de la mano a Liz y la arrastró al sofá para contarle algo importante.