Unther the Devil's Law

Capitulo 20: Agresión

Bueno, esto se llama capítulo recompensa jajajja, perdón de nuevo, espero que haya valido la espera. UN BESIO ENORME! 

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Me moví rápido hasta David que estaba pálido, casi muerto en vida.

¿David? Por todos los demonios ¡DAVID! – El muchacho reaccionó y le tomó de los hombros, quería correr a otro lado, huir despavorido.

¿Quíen era y qué hacía acá? ¿De donde lo conoces, por qué te “arruinó la vida”? – Lanzó las preguntas.

Tranquilo, una a la vez…. Es una larga historia, ¿podemos irnos? Te explico de camino. – Dijo caminando hacia la puerta tomandó del brazo a David para que Damien no se enojase si es que seguía por allí.

En el camino la morena le explico toda su relación con el Diablo, obviando las partes agresivas (solo para que su acompañante no intentase denunciar a alguien a quién jamás podrían atrapar, puesto que desaparece). Le dijo como había llegado a ese primer pensamiento que trajo a ese ente a su vida y le pidió que por favor no la tocase mientras estaban en su casa, porque se molestaba rápido, y lejos estaba ella de controlar un ataque de furia de Damien.

Entonces, ¿el es el diablo, que te sigue solo para llevarse tu alma, pero de paso tuvo relaciones contigo y te tortura cada tanto? – Dijo – No tiene sentido.

Si lo tiene, solo no busques la lógica. No hay ciencia, es creer o reventar. No tengo otro modo de explicarte, hasta ahora solo lo saben Ana y tú, ¡Promete que no le diras a nadie! ¡Me van a tomar como una loca y no me dejarán salir a ningún lado más que al patio de un manicomio! – David quiso reír por el “chiste” de Liz, pero aún estaba muy aturdido como para pensar en otra cosa que en el miedo que le provocó ver a ese ser macabro de piel roja.

---En el restaurante---

¿Madame que piensa pedir? – Dijo el moso, ambos optaron por comida especial de la casa, cenaron en paz, se divirtieron mucho y rieron un rato. Parecía que el episodio anterior ya había pasado.

Sabes David, hacía rato que no me reía tanto – Dijo mirandoló a los ojos – ¿Qué piensas hacer luego de cenar? – Preguntó con intención de plantear algo.

La verdad, no lo se, capaz estaría bueno ir a ver una película, o tomar un helado, ¿Qué tienes planeado mi reina? – En ese momento una ola de calor lo abrazó por la espalda. Liz la sintió también, pero hizo como si no la hubiese sentido, era una advertencia, pero ella bien sabía que Damien no podía exponerse tanto en público.

Capaz te gustaría quedarte a dormir en mi departamento, está cerca de este lugar. Además mañana podríamos ir a desayunar a un lugar donde preparan el café más rico y los tostados más deliciosos, ¿Qué dices? – Propuso, era un desafío directo para Damien que no podía intervenir más que con oleadas de calor.

¿No va a enojarse?

No tendría por qué, son mis decisiones, no las de él, yo elijo a quién dejo entrar a mi casa y a quién no. – Dijo firme, no dejaría que Damien gané esa vez, no iba a soportar que el diablo la dejase sin amigos ni vida social.

Solo no quiero problemas, con el ni con nadie. Si tu dices que no me va a ahorcar apenas pise el departamento me parece un buen plan.

Te lo aseguro principito – Le dijo tomando una de las manos del joven que tenía enfrente. Capaz fue solo una casualidad, pero las oleadas de calor cesaron en ese momento, capaz Damien se había aburrido de atormentarla.