Capitulo 8 : Peligro

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-OH! conoces a ese imbecil....me gano...por eso soy tan helado, somos hermanos lamentablemente y gano la batalla para ser el diablo por siempre y se que quiere tu alma así que yo la tendré primero - dijo siniestramente, se notaba a millas que tenia rencor con Damien.

Comenzó a manosearla mientras ella se mantenía inmóvil del frío y la impresión, de su dedo apareció una navaja muy filosa.

-Si te mato con esto eres MIA y Damien se queda sin tres almas de su infierno - dijo acercando el arma al cuello de la muchacha - aquí esta la vena de muerte - dijo y apoyo el navaja sobre la vena rozándola hasta que la piel se rajó y broto sangre de la pequeña herida, la bebió y se alejó relamiéndose, deseando mas - te desintegro entera y mueres así o prefieres mi arma? - dijo y pronto un calor abrazador envolvió a la muchacha, Damien esta acá... suspiró aliviada, este tipo me da mas miedo que el mismo diablo. Damien lanzó fuego en forma de pequeñas pelotitas hacia su hermano, tomo a la joven y le tapó los ojos para desaparecer del callejón y reaparecer en el departamento de Liz.

Siéntate – le ordenó a Liz.

Que me harás? – sollozó Liz.

Nada preciosa, solo relájate sentirás mis dientes en tu cuello, nada grave - dijo y se acerco a su cuello. Sintió dientes filosos enterrarse en su cuello y succionar, lloró de terror.

No llores, limpio el veneno de ese infeliz. – Explico intranquilo Damien.

Como quieres que no llore? tu furioso capaz de cualquier cosa y me acabas de decir que tengo veneno en mi cuerpo...estoy horrorizada, JAMAS DEBI HABER PENSADO EN TI, EN VENDERLE MI ALMA AL DIABLO - dijo y el diablo en un impulso se apoderó de sus labios haciéndola callar y, al mismo tiempo, provocando que una oleada de calor la invadiese.

No quiero hacerte daño así que me lo haré yo solo - dijo y volviendo a capturar sus labios, haciend que la more4na se estremeciese de placer, sintiendosé una completa tonta al lado de un diablo “reservado” que jamás había besado a nadie, no pasó mucho tiempo para que la ercción del dablo se hiciese notar en su muslo, ella lo deseaba, tan fervientemente como el a ella... es el diablo que le puede pasar? pensó. La recostó en el sofá y bajó de sus labios a su cuello, cuando quiso darse cuenta Liz ya estaban en su cama... la besó por todos lados haciéndola sentir un ardor mucho mas fuerte que el del día anterior en el que la había bligado a sentarse en la silla... Damien es un diablo, hace todo con maldad... pensó aunque no le negó nada, le bajo el corpiño y comenzó a acariciar sus senos, ella desabotonó los pantalones del moreno hasta sentirlo mas cerca. Logró quitarle los pantalones y cuando quiso sacarle la camisa ya no estaba, se la había sacado el.

Sabes que estoy ...co..Cometiendo...el ...er...error de mi ...vida no? - dijo agitado.

Lo se, pero no te estoy obligando, si quieres dejamos todo hasta acá y listo - dijo, Lo ultimo que quiero es eso...

En..Enserio? - dijo.

Claro, no te voy...a estar obligando Damien – soltó.

Por que haces eso? – la interrogó

Que cosa?

Me provocas, y de tu boca la palabra ''Damien'' se escucha tan excitante - dijo

Aun agitado recuperando su ritmo, pero aun sobre ella.

Que yo recuerde tu comenzaste a besarme cuando succionabas el veneno de mi sangre- dijo.

Me tientas con solo tocarte, eres un verdadero peligro para mí - dijo sentándose al lado de ella.

Okey, entonces no te toco, ni te hablo, andáte porque dudo que me quede callada, hablo mucho – largó.

Damien necesitaba la cercanía de la morena, le atraía demasiado, no iba a abandonarla tan fácil.

Unther the Devil's LawDonde viven las historias. Descúbrelo ahora