Unther the Devil's Law

Capitulo 5 : Atraccion

Despertó esa mañana, feliz, era extraño, tenia al mismísimo diablo en su casa...miro el techo, un silencio absoluto ¿fue un extraño sueño? pensar eso la contentó por un lado y por el otro la desanimo un poco, no tendría a tan exquisita vista, y si solo fue un sueño, ese diablito es solo parte de mi imaginación...desde cuando no tengo relaciones? 3 meses? Para Liz eso era mucho, se quedó pensando en los hombres con quien había estado, Ninguno de ellos dijo que lo hiciese mal, sonrió y sintió que ese silencio que había desaparecido, cuando se encendió la televisión de su cuarto, frente a ella, sola, abrió los ojos, mas de lo normal si es posible llena de sorpresa.

Dios!-dijo asustada.

Dije que no lo nombres en mi presencia - se oyó la voz de el por algún lado, que precisamente no era la habitación, el no se veía por ningún lado.

Y yo que iba a saber que estabas acá? – dijo desafiante, sabia que se metería en problemas, Es agradable verlo enojado, se ve, tan...tan...mejor me guardo mis comentarios.

Bueno, tuviste que haberlo sentido, o por lo menos sospechado...tu nunca te despiertas a esta hora..o si preciosa? - dijo con su voz algo profunda.

Miro el reloj de la mesita de noche a su derecha y eran las 7:30 de la mañana, tenía razón, jamás me despierto a esa hora, antes desactivo el despertador. La señora Forsit se enojara demasiado! - Diablos! - dijo enfurecida.

Hey! estoy aquí! - dijo por algún lugar de la habitación.

Salí de acá, donde quiera que estés, me tengo que cambiar-dije mirando todos lados.

Que? con mayor razón no me voy, no puedo tener sexo con una humana, pero si puedo mirar todo lo que quiera - dijo justificándose.

Que? dijiste que no puedes tener...jajajajajaja! - rió con ganas, un diablo! sin tener relaciones y... - Sos virgen? - dijo entre risas.

No soy virgen, no uses esas palabras, soy....soy...reservado!, si eso! soy reservado - dijo riendo, como si obtuviese la gloria.

Jaja! - volvió a reír con ganas, un diablo ''reservado'', como el dice, es incoherente.

Que te provoca tanta diversión? - dijo ofendido.

Que seas ''reservado'' - dijo poniéndole énfasis a la palabra “reservado” y haciendo las comillas con los dedos - un diablo ''reservado'', es lo que menos uno se puede imaginar, todos te imaginan, muy malo, rojo de piel, de cola larga y roja tambien, despiadado y mentiroso...  claro! estas mintiendo! es imposible que seas virgen! - dijo.

Para de decir esa palabra tan fea y desagradable - dijo como un niñito.

Esta bien – dijo ella sonriendo - pero no te creo nada, jajaja – rió nuevamente. El trabajo! - SAL POR FAVOR! TENGO QUE VESTIRME!.

No! pequeña, no lo hare - dijo.

Okey! – dijo, pensó en lo divertido que sería provocar a ese sexy diablito - como diga usted señor diablo - dijo fingiendo miedo, comenzando a buscar ropa en el armario. Tomó una blusa color blanco radiante y unos jeans ajustados rojos, unos zapatos de tacón alto de 10 cm. negros. Los apoyó en la cama, se desabrochó la camisa de dormir, lentamente, de forma sensual, para que su acompañante saliese de control. El pijama desapareció y tomó en sus manos la camisa elegida para ese día. Lentamente, dándose un tiempo para cada botón, sus shorts negros apretados para dormir se escurrieron por sus piernas, humectadas y depiladas a la perfección.

Oh! - escuche decir al diablo, era un tono de sorpresa.

Que ocurre? lo siento si te molesto pero tu no quisiste salir de mi cuarto-dijo subiendo hasta su cintura los jeans rojo intenso-

Que? tu molestar? para nada preciosa- Habló ronco-

Oh que bien, menos mal... – Dijo la muchacha en tono inocente.

Aun no llegaban los jeans a sus caderas y de pronto sintió unas manos muy calientes sobre su abdomen y su erección era notoria en mi muslo derecho.

Damien, te estas torturando solito – dijo ella con una sonrisa perversa al final y desapareció su mano caliente y su erección del sentido de su cuerpo, un alivio para ella -

Lo sé - lo oyó decir por quizás donde.

Puedes aparecer ya!? Me tienes nerviosa, parezco loca hablando sola en mi habitación.-

Me encanta poner nerviosa a las chicas - dijo y apareció de golpe frente a la morena.