Segundo libro de Inmune.
"Te protegeré, aunque eso signifique mancharme las manos de sangre."
- Leo vuelve a recordar todo su pasado y quien es en verdad. Ahora tiene la clara responsabilidad sobre sus hombros sobre cual es su papel y de cuidar aque...
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El timbre de la casa sonaba con brío una y otra vez. Precisamente tres veces seguidas la cual Leo tuvo que salir corriendo de su cuarto con el cabello mojado y bajar las escaleras como rayo. Cuando consiguió llegar a la entrada y abría la puerta encontrándose al cartero sonrió automáticamente.
-Buenos días - le saludo pero este no le devolvió la sonrisa, hasta Leo dejó de sonreír y cambiando la forma de verle.
-Firma - ordeno y está sin más lo hizo para que se fuera lo antes posible.
Cuando ya obtuvo su gran paquete le cerró la puerta en las narices para dirigirse hacia la mesa de la cocina, dejándolo encima.
-Qué antipático - la sonrisa de Leo volvió pero a una pequeña en el momento que escucho de su auricular la voz de su amigo.
-Como te diste cuenta? - pregunto en el momento que empezó abrir la caja dejando ver otra caja pero distinta y de madera.
La agarró con sumo cuidado para dejarla en la mesa y tirando la de cartón en el suelo. Cuando abrió la dicha caja de madera se quedó algo sorprendida.
-Por el tono de voz - dijo obviamentea voz de su auricular -. Derek hace mejor de perro gruñón que ese imbécil. Quién era?
-El cartero - respondió en el mismo momento que agarró un saco lo bastante grande para que entrara una pequeña libreta.
-Qué te regalaron los reyes magos?
-Tu cabeza no - la risa de la otra línea no se hizo esperar.
Metió la mano dentro del saquito y cuando agarró lo que parecía una baraja de cartas se sorprendió un poco de que se tratran unas cartas del tarot. Miró el contenido de la carta nuevamente encontrándose con libros de intruccion, más ingredientes nuevos que ni recordada que tuviera arriba, plantas secas en tarros con su perspectiva nombre y minerales. Hasta inciensos.
-Tranquila, ahora voy en busca de tu tío el cínico y le digo que me rebane el cuello para que te mandé mi cabeza en correo exprés.
-Seria bueno eso, al menos sabremos que fue rápida la muerte - concluyó entre risas pequeñas pero en la otra línea parecía que no le gustó la broma -. Ya te has molestado Stilinski?
-Qué? No no, sólo me llegó un mensaje de tu hermano - Leo alzó las cejas dejando nuevamente las cartas dentro del saco y el saco dentro de la caja.
-Paso algo?
-Mm no realmente, sólo que me dijo que fuera cómodo para nuestra cita. Algúna idea donde me llevará pequeña Hale?
-Wow! Ya me puedes estar actualizando los acontecimientos en el momento exacto que te has lanzado como hiena a mi hermano.
-Qué? Acaso quieres consejos para lanzarte a un crío? - Leo se quedó callada en el momento que recordó a Jacob y ella hablando de su cita - No me digas que estás interesada por un chico! Quién diablos es Leonnor?! Quiero su nombre completo!
