Segundo libro de Inmune.
"Te protegeré, aunque eso signifique mancharme las manos de sangre."
- Leo vuelve a recordar todo su pasado y quien es en verdad. Ahora tiene la clara responsabilidad sobre sus hombros sobre cual es su papel y de cuidar aque...
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POV's Leo.
Los brazos los sentía agarrotados por culpa de las cuerdas que me sujetaban las muñecas detrás de la espalda. Incluso me ardía las muñecas por la fricción de esta al enterrarse en mi piel haciéndome sangrar de vez en cuando. Por mucho que intentara no moverme lo hacía, era un gesto involuntario el intentar ver si podía desatarme.
-Deberías parar, te abrirás más las muñecas - gire la cabeza hacia la derecha encontrándome con aquella mujer de nuevo. Su cabello lo tenía largo, casi llegándole a la cintura, castaño oscuro, sucio y desordenado. También estaba atada pero desde arriba con unos grilletes adornando sus mulecas estando de pie, apoyada en la fría pared de cemento que teníamos ambas detrás de la espalda. Su ropa estaba igual de manchada pero de sangre seca y lo que parecía de polvo del lugar, por no mencionar de su cara con sangre salpicada. Sus ojos azul claro se posaron en mí, apenas tenían brillo pero la sonrisa que me daba dejaba un cálido sentimiento en mi pecho y unas ganas de llorar -. Te prometo que saldremos de aquí mi pequeña…
-Está bien, μαμά… - mi voz sonó bastante infantil haciéndome entender que de nuevo estaba teniendo aquella pesadilla.
De golpe se pudo escuchar la puerta pesada de metal. Ya no me sorprendia pero no podía evitar que el corazón latiera con fuerza como el miedo me invadiera. Como era de esperar uno de esos vampiros se acercó a la mujer y empezó a torturarla. Sus gritos y gemidos de dolor inundaron toda la habitación haciendo eco sin parar.
Yo cerraba los ojos con fuerza, acercándome más a la esquina para no ver lo que estaba pasando e intentando no escuchar los golpes que le dejaba a la mujer que se parecía tanto a mí. Sofocada abrí los ojos cuando no escuché ya nada pero un grito salió de mi boca desgarrándome la garganta cuando algo me agarró del pie y tiró de mi. Un monstruo se puso encima de mí apunto de comerme y antes de agarrarme con sus fauces todo se volvió de negro.
Aterrada grité quitandome las mantas del cuerpo y tropecé con ellas hasta caer de la cama, golpeándome el hombro y la cabeza en el proceso. Me lleve las manos en la cabeza soltando un gemido de dolor en el momento quedándome en el suelo.
Escuché unos pasos correr y la puerta abrirse golpeándose contra lo que era la puerta.
-Leo?! - mi hermano hasta donde me encontraba - Diablos, estás bien?
-Si, sólo quería besar el suelo - solté con ironía.
Isaac bufo y sin yo pedirlo (y sin verle) me levanto del suelo como si de una pluma tratará para sentarme en la cama y revisarme el hombro sentándose a mi lado. Yo aún mantenía los ojos cerrados del miedo que aún sentía en el cuerpo, eso era nuevo…
-Te duele mucho? - pregunto en el momento que presiono y yo me encogí alejando mi hombro de él - Debería llevarte con Carlisle…
-No - dije rápido mirándole -, solo déjame así. Estoy bien, ya pasará.
