Segundo libro de Inmune.
"Te protegeré, aunque eso signifique mancharme las manos de sangre."
- Leo vuelve a recordar todo su pasado y quien es en verdad. Ahora tiene la clara responsabilidad sobre sus hombros sobre cual es su papel y de cuidar aque...
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POV’s Jacob
Me derrumbé en la cama. Quedándome sentado y las manos en la cabeza. Me frote una y otra vez la cara teniendo la sensación más fea al ver y sentir que la estaban alejando de mi una persona que le podía prohibir dejarme verla.
Si, tiene todo el derecho, es familia y ella menor pero…
-Relajate - levanté la cabeza para ver a mi padre en la puerta de mi habitación mirándome con compasión pero tenía el semblante serio - Conociéndola, seguro que se escaparía para verte.
-No lo pongo en duda - murmuré -. Pero eso no es lo que quiero. No quiero provocarle más problemas y que su hermano me tenga una mala imagen.
-No quiero desanimarte, pero tienes razón - afirmó y yo hice una mueca con los labios -. Este tipo no es como Isaac, Isaac es más…neutral, a su modo. Este tenía más pinta de ser una versión extrema de sobreprotector. Y lo que hiciste…
-No me lo recuerdes - pedí en la que volvía enterrar de nuevo mi cara en mis manos.
Bufe por no sé cuánta de vez, pero levanté rápidamente la cabeza de mis manos observando como mi teléfono sonó a causa de una notificación. Rápidamente alargue la mano para agarrar el teléfono y una sonrisa estúpida surgió de mi cara a ver qué era un mensaje de León.
León 💕: Hola lobito. Ya llegué a casa, bueno, hace rato. Solo que tarde por la charla de mi hermano je.
Respire del alivio, me sentía tranquilo saber que no había tenido tanto problemas como pensaba. Mire a mi padre. Tenía las cejas levantadas y una media sonrisa como una especie de burlesca. Fruncí las cejas.
-Que?
-Pareces una chica suspirando por un chico - se mofo dándose la vuelta y desaparecer por el pasillo.
Yo me quedé con la boca abierta observándolo. Negué con la cabeza en la que me dedique a responder su mensaje, esperando a recibir uno. Pero pasaban los segundos a minutos. Y los minutos a horas sin que me llegará un mensaje de vuelta.
Lamentablemente seguía sentado en mi cama, observando la pantalla de teléfono, aún esperando. Pero me detuve para acercarme al cargador y enchufar mi teléfono. Dudando, lo dejé sobre la mesa de madera de mi escritorio, teniendo un poco de esperanza de que me contestara.
Pero no.
-Jake, la cena está hecha! Sal ya hijo!
Se me formó un nudo en el estómago de solo pensar en la comida, pero decidí hacer caso.
Después de la cena y darme un baño, me fui a la habitación y de solo poner un pie, mi teléfono empezó a sonar notificando unos mensajes. Rápidamente me acerqué para mirar y sentí como mi corazón dio un salto al ver que eran de Leo, nuevamente. Suspiré aliviado en la que abría los mensajes para leerlos mientras cerraba la puerta y me tumbaba en la cama.
