- Doce -

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POV's Leo

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POV's Leo

No eran más de las cuatro de la mañana que me encontraba nuevamente despierta. Estaba sin moverme de mi cama, tumbada mirando el techo repasando bien la pesadilla que me hizo despertar nuevamente. Aunque fue más bien el recuerdo de Riley cuando me mordió.

Me acaricie la cicatriz de mi brazo izquierdo al sentir un ligero dolor punzante en esa zona. Aun después de meses, no entendía porque a veces me dolía, por no hablar que las otras que se me ponían ligeramente rojizas. 

Con pereza me levanté de la cama y me fui a cambiar a una ropa más cómoda. No quería estar encerrada ahí por lo que mi opción era salir.

Cuando ya estaba vestida con ropa de deporte, mi sudadera de cremallera, mis deportivas y un gorro de lana, agarre unas dagas para poder estar al menos protegida y después deje una nota en el escritorio avisando que saldría a correr. Lo malo es que aun no conseguía un teléfono. Me daba algo de miedo la reacción de mi hermano Derek, pero seguro se habrá dado cuenta. Si, lo más seguro que si.

Con cuidado abrí la ventana de mi habitación y con el menor ruido, me colgué desde la ventana para después dejarme caer al suelo de pie y después de rodillas. Me giré un poco revisando como escuchando si había despertado a mi hermano pero por suerte no, por lo que salí corriendo a la parte delantera de la casa y empecé a correr por la carretera en dirección a la reserva.

Empezaba con un trote suave, al que estaba acostumbrada hacer en la escuela con tal de no llamar la atención. Fui a este ritmo hasta que ya no pude visualizar ninguna casa por lo que empecé un poco más fuerte, el frío golpeaba con fuerza mi cara pero no era desagradable, más bien era reconfortante sentirlo. Fue así por bastantes minutos, 35 diría yo en la que ya empecé a ver los letreros de la Push con pocas millas. No fue hasta que pude visualizar un desvío hacia la reserva que empecé a bajar el ritmo hasta detenerme. 

Me sostuve de mi estómago con la mano sintiendome agitada y con el corazón un poco acelerado. Mi resistencia era mucho más, esto demostraba claramente que bajé mucho la guardia estos meses, como me dijo Nakomi. Sería lo más sensato empezar nuevamente a hacer ejercicio y tomar mi anterior conducta.

Observé el letrero recordando una vez más lo sucedido con Jacob como la conversación con Alice. Mi mentón tembló pero apreté la mandíbula para no dejarme vencer por ello.

Dispuesta a dar la vuelta y volver a casa corriendo nuevamente, pude ver de refilón algo moverse entre los árboles. Estaba amaneciendo por lo que era un poco más nítido poder ver algo entre la bruma de los árboles. Pero no pasó nada nuevamente.

Intenté no hacer caso de eso y me puse a correr nuevamente de regreso. Los lobos no podían ser, si fuera el caso, estos ya me habrían detectado pero por lo que me dijo mi hermano, Leah y los Cullen, mi olor era muy parecido a la naturaleza, al punto de no ser notada como mi sangre. Así que, imposible que de casualidad alguno de ellos pasara por aquí y me viera.

Inmune: Chaman | Jacob BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora