¹SEMPITERNAL # sirius black

LXXXIII. （ eridanus son of regulus ）

Le di un hijo propio a Regulus apenas él pudo reponerse. No le tardó mucho, el doctor dijo que porque era joven, pero que también habían daños que no podría reponer. Regulus no podría volver a caminar derecho, ni por toda la magia del mundo aunque lo intentó, era agotador.

Eso lo frustró. Sé que él quería ignorarlo pero era imposible hacerlo, lo veía en sus ojos cada que el bastón se resbalaba de sus manos, cuando lo trataban como discapacitado, cada que no podía hacer nada solo. Estaba molesto.

Aún así decidí darle un hijo, uno de él. Al comienzo la idea se sentía como una traición a algo inexistente; mi pertenencia a un hombre del que su amor ya no me era suficiente para estar viva. Le dije adiós, entregandome a donde ahora entendía que pertenecía porque lo había decidido, había decidido tomar la mano de Regulus aquella noche, lo había jalado, había arriesgado todo por él, no había otra forma más pura de entregarme a ser suya, y le decía adiós a Sirius con eso.

Mi corazón no le pertenecía a ninguno de los dos, le pertenecía solo a mis hijos, entendí que eran el único lugar seguro donde podía apoyarme sin temer ser soltada, aunque fueran solo niños. Mi alma le pertenecía a mi familia, mi cuerpo era ya de Regulus. Mi mente era de Sirius, por dictadura, no podía evitarlo aunque lo había intentado, él no se iría de mi cabeza pero había logrado sacudir su nombre de todos los lugares que había gobernado para no ser totalmente suya.

Así que le dí un hijo a Regulus, le dí mi lealtad a través de él, le di mi amor a través de él, me entregue a estar por siempre con él, porque ya éramos uno, nos habíamos conectado por fin, por primera vez aunque él creía que no, ya éramos uno; éramos Eridanus.

Dí a luz en un hospital, por primera vez. Regulus estuvo ahí. Sostuvo mi mano fuertemente y gritó conmigo, lloro conmigo, se desesperó por no poder ayudarme y entonces recibió al que pudo llamar su primogénito, al menos en secreto.

Sabía que Walburga como de costumbre no respetaría mis deseos de tranquilidad tras el parto, pero eso no volvió menos incómodo regresar a casa y encontrarme con tantos familiares como era posible para ella. Solo quedaba sonreír adolorida y soportar abrazos falsos de personas que apenas veía.

—Es un varón muy fuerte -opinó Walburga con una sonrisa de satisfacción en su rostro, yo solo la miré mientras Regulus sostenía aún mi mano con orgullo, incluso en ese momento tan agotada, porque el parto por más que no era el primero dolía como si lo fuera, yo seguía detestando a aquella mujer—. ¿O no Cygnus?

—Casi tan fuerte como mi Draco, me atrevo a decir.  Felicidades hermana por tu cuarto nieto, un niño muy fuerte. Lastima que Aludra tuvo una niña, así los tres hubiéramos podido unirlos a los Greengrass, Parkinson y Bulstrode. Supongo que podrías unir a tu nieta con los Crabbe, o los Pucey. ¿Como me dijiste que se llamaba?

—Moon —habló entonces Aludra detrás mío con una sonrisa incómoda y su pequeña entre sus brazos, la cargaba con cuidado como toda madre primeriza, pero con amor, era una niña muy parecida a ella, con ojos grandes y cabello negro, amada por ella y por Salvatore que la presumía orgullosamente, eso daba ternura—. Luna en inglés.

—Un nombre curioso para una Black -alzó una ceja Cygnus.

—Yo creo que es un nombre digno para la hija de Aludra y Salvatore Nott —lo interrumpí dándole la mano—. Nuestros hijos irán juntos a Hogwarts. Serán orgullosos slytherin como sus madres.

Ella rió apoyando su frente en la mía antes de que Narcissa apareciera igualmente con su pequeño en manos. Draco era su segundo hijo pero lo presentaban como el primero, Lucius no se molestaba en disimular su fastidio ante el "desastre" de tener como primogénita a una mujer, pero a mi nada me hacía más feliz de tener a Eltanin como prima de Delphinus, aunque claramente la niña era la copia exacta de su padre, ambas era muy parecidas y sobre todo; unidas.