Día 21 - Cafetería

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Sin dones AU, Fem!Krbk, madres solteras, pasada relación abusiva,

Kirishima estaba teniendo segundos pensamientos sobre esto mientras se miraba al espejo, no sólo tendría su primera cita en años, si no que también sería la primera con una mujer. Había recapacitado la noche anterior, al no saber siquiera que usar; estaba haciendo esto porque su mejor amiga se la había conseguido, además que era una buena oportunidad conocer personas fuera del trabajo, aunque trabajaran para la misma empresa.

Terminó por elegir un conjunto sencillo con tacones bajos, nada demasiado extravagante o apagado, considerando que irían a una cafetería en el centro. Después de revisarse por millonésima vez, se despidió de sus mellizos, asegurándose de que su niñera tuviera todo lo necesario para cuidar de ellos.

No quería arruinar nada antes de empezar, ya de por si había escogido un miércoles como día, por lo que llegó a la hora acordada, minutos antes incluso, esperando que ella llegaría luego. Grande sería su sorpresa al encontrársela en la puerta del local.

-Señorita Bakugo -se acercó a ella cuando la notó saludándola- Buenas tardes.

-No seas tan propia- pudo ver un pequeño rubor en sus orejas- Hola... ¿entramos ya?

Se sentaron en una mesa cerca de una ventana, Kirishima sabía que a su acompañante no le gustaba el invierno, pero la vista de la ciudad con la pronta nevada, lo hacía bastante acogedor, además de que se acompañarían de bebidas calientes y postres de temporada durante su velada. Se sentía de nuevo en la secundaria si era honesta, pero a la otra chica no parecía molestarle parecía más relajada de lo que la recordaba durante los horarios de oficina.

-Cuéntame de ti, ¿De dónde conoces a Kaminari?

-Es la asistente de mi jefe, así pasamos mucho tiempo juntas ¿tú?

-Casi por lo mismo, soy jefa de seguridad del edificio, así que todo el tiempo nos vemos y fuimos a la misma preparatoria también.

-Ya... me dijiste que tenías dos hijos ¿verdad? ¿Aceptaron que salieras conmigo?

-Oh no, ellos aún son muy pequeños para entender sobre citas -rió- olvidé decirte, tienen dos años.

-¿Puedo verlos?

-Seguro- sacó su celular para enseñarles una fotografía- ella es Kyomi y él Akemi.

-Se parecen mucho a ti, son muy lindos.

-Gracias- le sonrió guardando de nuevo su celular- ¿Qué hay de ti? ¿Ves niños en tu futuro?

-No lo creo, con la que tengo es más que suficiente...

-Oh ¿También tienes una?, ¿Cuántos años tiene?

-Ocho... Su nombre es Shin, no es mía, mía, sus padres murieron cuando ella era bebé y terminé quedándomela.

-Lamento oír eso, debió ser difícil si eras tan joven.

-No mucho, ya empezaba a trabajar y mis padres me apoyaron en algunas cosas.

-Tuviste suerte entonces, qué lindo que pudiste ayudarla.

-Sí, así que... ¿Dos, eh?- la miró con un ceja levantada y una sonrisa burlona- ¿Cómo te va con eso de los terribles dos?

-¡No tienes ni idea!

Así pasaron las horas hablando de cosas sin sentido, compartiendo sus experiencias como madres solteras, anécdotas de sus niños y del trabajo conviviendo con su amiga en común. Pequeñas cosas que acababan por hacer a la rubia echar la cabeza hacia atrás riéndose como un infante, pareciéndole extraño que pensara que era graciosa, porque él nunca lo hizo.

Su ahora ex esposo, jamás la hizo sentir así, todos los años de manipulación y hacerla pasar los últimos ocho meses, pensando que todo lo que el amor hacía era romper y quemar y terminar.  Sin darse cuenta como en un café con la vista a unos ojos escarlata, lo vería comenzar de nuevo.

Tuvieron que terminar su cita cuando la cafetería cerró, ofreciéndole llevarla a casa, por lo que mientras caminaban en un blanco cemento hacia su auto, estuvo a punto de mencionarlo, ¿Era su obligación decirle? Bakugo le comentó sobre la historia de su hija, pero ella no había dicho nada sobre los mellizos, ni la historia con su padre. Tampoco era como que algo fuera a cambiar, aquel hombre se había mudado a otra ciudad sin la menor intención de ver por sus hijos, le había dejado la custodia completa, no quería visitas, firmó los papeles de la manutención y divorcio sin quejas, todo pareciese que le daba igual el bien de los tres, como si los hubiera desechado.

-Oi- la empujó sin mucha fuerza- te pregunté si ya estábamos cerca, me estoy congelando.

-Ah, sí- señaló a su auto- es el rojo.

Al llegar a la cuadra donde vivía su cita, esta se quedó unos segundos viendo a la nada, pensando.

-Me divertí- la miró algo seria- repitamos esto.

-También me divertí- le sonrió aliviada, no lo había arruinado- cuando gustes.

-Pensaba que... si no tienes nada que hacer, podrían venir tu y los niños en Navidad, Shin y yo pasamos el día en pijama viendo películas y abrimos regalos.

-¿Me está invitando a otra cita señorita Bakugo?- otra vez veía ese rubor en sus orejas recorrer sus mejillas.

-Dije que no fueras tan formal... y sí, puede ser una cita o lo que sea.

-Me encantaría, vendremos para navidad entonces.

-Y... y el fin de semana te llevaré a cenar, más te vale arreglarte igual de bien que hoy- abrió la puerta- ¡Nos vemos mañana! -salió del auto-Yo pago el almuerzo ¿oíste?- cerró la puerta yéndose casi corriendo a su casa.

-Je, supongo que no llevaré almuerzo- arrancó su auto dirigiéndose a casa.

Fin.

Canción de inspiración: Begin again

Mes Kiribaku 2023 (Taylor's Version)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora