Teenage Pregnacy |BTS| Jungkook

Capítulo 43

La frase que más había querido escuchar cada vez que añadía una nueva decoración al cuarto o compraba un vestido de tul que seguramente le quedaría por muy poco tiempo.

La frase. Esa frase finalmente había llegado.

Había imaginado miles de escenarios, en serio, miles. Pero jamás esto.

¿Acaso fue la noticia lo que se sentí como un balde de agua fría?

-¡Despierta estúpido! ¡Tu bebé va a nacer!-

No, había sido la jarra de limonada que Tae encontró en el refrigerador.

Después de recobrar la consciencia pude volver a recapitular todo. Me levante del suelo aún sintiendo mis piernas flaquear y mi cabeza dar vueltas una y otra vez. Cuando al fin pude enfocar la vista, pude ver a (T/N) en el sofá junto a Jin y Hoseok haciendo ejercicios de respiración; en la otra esquina de la sala pude ver a mi mamá con su teléfono celular en una mano y con el teléfono de casa en la otra, después de unos momentos pude entender que eran mi padre y mi suegra con quienes hablaba.

-(T/N), cariño- tomé sus manos entre las mías -No te preocupes, hay que estar calmados, todo saldrá bien- dije queriendo ser el soporte de la situación, no queriendo lucir nervioso.

-Kookie- zafó sus manos y las cambió de lugar con las mías -Cálmate, estás temblando y tartamudeando- soltó mis manos y tomó mi rostro -Estoy bien, aún no duele y tu mamá ya llamó a la clínica, ya están preparando todo, no te preocupes- terminó y dió un pequeño beso en mi nariz.

-Perdón, se supone que yo sería quien te reconfortara llegado el momento; no al revés- dije intentándo calmarme tal como me lo indicó.

-Vámonos, el auto ya está listo- dijo mi mamá y todos nos dirigímos al auto.

Mamá comenzó a manejar y papá nos alcanzaría en el hospital. Todo estaba saliendo bien, (T/N) no sentía dolor, el temblor de mi cuerpo estaba bajando. Además de que nuestros amigos estaban aquí. Nam, Jin, Hoseok y Tae venían en el auto.

...

...

Nos falta uno.

-¡Espérenme!- se escuchó una voz un poco lejos, volteé a la parte trasera del auto y ví a Yoongi venir lo más rápido que sus piernas y su energía le permitían, mamá lo escuchó y frenó, tuvo que correr poco más de 3 cuadras -Espérenme por favor, no se vayan sin mí- logró decir ya casi sin aliento -Se les olvidaba la maleta- y entonces alzó la maleta que habíamos preparado para el hospital.

Subió al auto y me dí cuenta que sí, definitivamente no podríamos lograrlo sin la ayuda de mis amigos y familia.

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Al llegar al hospital la partera y la asistente asignada ya estaban esperándonos fuera con una silla de ruedas; así mismo, la madre de (T/N) ya estaba ahí. Lo siguiente fue extraño para ambos.

Nuestros familiares y amigos podían quedarse en la sala o retirarse, a la habitación sólo podríamos ingresar (T/N) y yo. Sólo los dos. Tenía sentido, sin embargo nos sentimos intimidados, durante el embarazo las consultas fueron siempre en compañía de nuestras madres.

Pero aquí estabamos, avanzando juntos hacia la habitación de la que saldríamos siendo padres.

Dentro todo era muy pacífico, los distintos tonos de color azul que decoraban toda la habitación emitían esa enorme tranquilidad con la que nos sentimos envueltos de inmediato. Se nos fue indicado donde poder dejar nuestras cosas e instalarnos, comenzaron a monitorear el proceso del parto y se nos mencionó que aún tardaría un poco el proceso, habían muchas formas y herramientas en la habitación para sobrellevar el proceso. Ambos nos cambiamos de atuendo, (T/n) a la bata hospitalaria y yo a la ropa con la que entraría al agua cuando la llegada de Hannah sea inminente.