Teenage Pregnacy |BTS| Jungkook

Capítulo 30

  Pov. (T/n):

El dolor en mi espalda me está matando, borrosos recuerdos quieren aparecer en mi mente, pero no recuerdo más que sobras en movimiento... Me sobresalto al recordar que me querían quitar a mi bebé.

-¡No! ¡Basta! ¡Aléjense!- abracé mi vientre y comencé a patalear con mis ojos cerrados.

-(T/n), tranquila- la voz de Jungkook hizo que abriera los ojos de golpe -Ya eras bien, ya estas en casa- me abrazó y mis ojos comenzaron a picar.

-¿Jungkook?- lo miré aún incrédula -¡Jungkook!- correspondí a su abrazo -Estas aquí- comencé a llorar sin poder parar aunque quisiera.

Jungkook pasaba sus manos de arriba hacia abajo intentando calmar los espasmos provocados por mi llanto.

-Ya princesa, esta todo bien- me recostó en la cama y me tapó con las sábanas -El médico dijo que debías descansar, esas personas te hicieron mucho daño físico-

-Kookie...- lo miré a los ojos -¿Tu fuiste quién detuvo todo?-

-¿A qué te refieres?- me miró confundido.

-Un chico, detuvo todo- susurré.

Le conté toda mi experiencia en ese lugar y lo que estuvo a punto de pasar si no fuera por ese chico que prácticamente salvó la vida de mi bebé.

-Así que... ¿Ese tipo te salvó?- se cubrió a boca -¡Oh mierda! ¡Le dije cosas horribles!-

-¡¿Lo viste?!- me animé, realmente estoy agradecida con ese desconocido.

-No- bajó el rostro avergonzado -No logré verle el rostro, traía una capucha puesta-

-Pero...-

-Ya no importa, algún día tendremos que encontrarlo y se lo agradeceremos- besó mi frente -Tú solo descansa-

En verdad que quiero agradecerle a ese chico, estoy en deuda con él, debe ser el hijo del jefe,del que tanto me habló Haewon pensé en ese chico de rostro borroso hasta que quedé profundamente dormida.

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   Pov. Jungkook: 

La gran fuerza mental de (T/n) me sorprendió mucho, haber pasado por todo lo que ella vivió no debió ser fácil, pero, ella sigue tan brillante como el sol, no hay día en el que no me dedique una de sus bellas sonrisas, esta experiencia al contrario de marchitarla, la hizo más feliz; le he preguntado el porqué pero simplemente me responde con un no lo sé. Respecto al extraño chico que la trajo de regreso no he sabido nada acerca de él, intenté llamarlo al número del que me envió el mensaje, pero me contestó un tal Lay que dijo no ser él quien trajo de vuelta a (T/n).

8 días han sido desde que (T/n)regresó a mi lado y sinceramente no me gustaría exponerla a más peligros, pero ella esta decidida a ya regresar al colegio. 

-Princesa- la llamé

-¿Si Kookie?- dejó de prestar atención a el programa que estamos viendo en la televisión.

-¿Estás segura de querer regresar a la escuela mañana?- puse una de mis manos sobre su vientre -Sabes que no hay prisa-

-Si, estoy segura- puso su mano sobre la mía -Seguramente me atrasé con muchos apuntes- sonrió -Además de que quiero ver a las chicas, no las he visto ni porque regresé hace 13 días-

-Bueno... ¿Quieres chocolate?- el bebé comenzó a moverse.

-Sabes como comprarnos Jeon Jungkook- me guiñó el ojo. 

-Bien, ya regreso- le dí un rápido beso en los labios y salí del cuarto.

Fui caminando, me puse a pensar en cómo esta Jimin, me ha estado ignorando desde... sinceramente no lo recuerdo; con los chicos hemos intentado llamarlo pero él no contesta. Llegué a la tienda de conveniencia y compré casi todas las barras de chocolate que estaban en los estantes, deben ser suficientes para que esta vez (T/n) me deje dormir en la habitación y no en la sala, ya que retomó la costumbre con ese castigo.

-Serían $54- dijo la mujer detrás del mostrador con una sonrisa cálida.

-Claro- saqué la billetera y le pague a la mujer, tomé la bolsa y me di la vuelta pero choqué con otro chico que estaba detrás mío.

-Perdón-

-No te preocu...- lo miré bien -¿Jimin?- le quité la gorra que tenía puesta -¡Por dios hermano! ¿Qué te pasó?-

Las grandes ojeras oscuras debajo de una vista cansada, labios resecos y una pérdida excesiva de peso eran cosas que no podía ignorar.

-N-Nada Kook... Adiós- me quitó la gorra de las manos, se la volvió a poner y salió rápidamente del establecimiento.

-Espera Jimin- salí corriendo tras él y logré alcanzarlo -¿Qué te sucede? ¿Por qué después de arreglar todo te fuiste sin decirnos nada?-

Él estaba inmóvil,  con la mirada baja, tenía mi agarre en su brazo por lo que pude percibir un leve temblor.

-Lo siento- susurró.

-¿Qué?-

-Perdóname-

-Basta Jimin, no tengo nada que perdonarte- lo iba a abrazar pero el me empujó.

-¡No lo entiendes Kook!- dijo mirándome fijo, lágrimas caían por su rostro -Deben estar lejos o los lastimaran, por mi culpa- logró decir con voz entrecortada, nunca había visto a Jimin así, esto me lastimó.

-Jimin, ¿Cómo puedes decir eso?- intenté tranquilizarlo y me acerqué lentamente -¿Quieres que hablemos?-

Él solo asintió limpiándose el rostro con la manga de su suéter y comenzamos a caminar en dirección a su casa.

-No estoy viviendo en mi casa- habló bajo pero lo pude oír.

-Oh... Bueno, ¿Quieres que vallamos a mi casa?-

Él negó -Prefiero un lugar abierto-

-Esta bien- caminamos hasta el parque, este estaba casi vacío, caminamos hasta una de las bancas del lugar -Listo, estamos aquí... Cuéntame lo que tienes-

Él se quedó callado un largo momento pero no lo quise presionar a hablar.

-Yo...- dijo en voz baja -Tengo un peso que me atormenta- se mordió el labio inferior reprimiendo el llanto que noté en su mirada asomarse de nuevo -¿Alguna vez has tenido que cargar con las acciones de tus padres? Es un gran dolor de trasero eso... Y más si el padre del que hablamos es el mío- comenzó a llorar -De verdad lo siento Kook, no debí acercarme otra vez a ustedes, no debí siquiera haberlos conocido; mi padre no habría puesto su ojos encima de ustedes si ustedes hubieran pasado desapercibidos ante él- 

-Jimin, para, ¿Qué estas dici...?-

-Lo siento Kook- me miró a los ojos -Perdóname por no haber llegado antes para ayudar a (T/n), perdóname por no haberla traído antes- puso su mano en la banca -Aquí es dónde la deje en tus brazos- sonrió triste -Debes odiarme por todo lo que me dijiste-

Mi mente se quedó en blanco por todo lo que me acaba de confesar.

-Estas diciendo que tú...- me tapé la boca con la mano, no me atreví a terminar la frase.

-Soy el hijo del secuestrador-